Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

Asturias seguirá siendo la única comunidad autónoma española en la que los médicos no pueden compaginar el ejercicio público con el privado. Los diputados de Foro Asturias sumaron ayer sus votos a los del PSOE e Izquierda Unida para echar abajo una iniciativa parlamentaria del PP encaminada a habilitar un mecanismo legal para que los facultativos de la sanidad pública puedan renunciar a la dedicación exclusiva y, de paso, al plus de 790 euros brutos mensuales que conlleva.

La creación del citado mecanismo viene estipulada en una ley de ámbito nacional vigente desde hace casi ocho años (el Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud), pero los sucesivos gobiernos asturianos se han negado a darle cumplimiento.

La posición de Foro fue defendida en la Junta General del Principado por la diputada Cristina Coto, quien en sus casi ocho minutos de intervención en ningún momento se refirió al fondo del asunto. «Entre nuestras prioridades no se encuentra el debate relativo a la dedicación exclusiva de los médicos», zanjó.

El resto del tiempo lo consumió Coto en dos epígrafes, que bien podrían titularse «críticas a LA NUEVA ESPAÑA» y «críticas a sus ex compañeros del PP». Con respecto a este periódico, censuró una información publicada el pasado 4 de septiembre según la cual las autoridades sanitarias del Principado estaban estudiando el modo de cambiar la legislación asturiana relativa a la exclusividad médica, en vigor desde el 1 de enero de 2003.

Coto tildó de «ficción» una información facilitada a LA NUEVA ESPAÑA por cualificados miembros del ámbito sanitario de Foro, conocedores con gran nivel de detalle de los proyectos de la Administración. Las citadas fuentes informaron a este diario acerca de la voluntad de la Consejería de Sanidad de dar un vuelco en la política de recursos humanos con un conjunto de cambios que incluiría la supresión de la dedicación exclusiva obligatoria para los facultativos de la sanidad pública. Una medida que formaba parte, desde el primer momento de la legislatura, de la agenda de algunos dirigentes de Foro, especialmente de los más cercanos a las tesis del Colegio de Médicos de Asturias y del Sindicato Médico (SIMPA). «La pide todo el mundo», señalaron entonces las fuentes consultadas por este periódico.

La diputada de Foro indicó que la exclusividad médica, asunto que ha consumido ríos de tinta, objeto de numerosas sentencias judiciales y cuestión pendiente desde 2003 de un pronunciamiento del Tribunal Constitucional, es «un asunto que realmente no da para mucho desde el momento en que ha nacido de una ficción alentada por el medio de comunicación habitual, el de siempre». Coto pareció dejar algún resquicio para la duda cuando aludió a «algunas personas que se han expresado sin duda de manera legítima pero no en representación de Foro Asturias», si bien no aclaró a quiénes se refería. Acto seguido, señaló: «Ni el presidente del Principado, en su discurso de investidura, ni tampoco Foro Asturias, en su programa electoral, han siquiera mencionado este asunto, por cuanto que nunca ha formado parte de sus prioridades de gobierno».

El segundo epígrafe del discurso de la diputada de Foro se centró en vituperar la actuación del PP en las dos últimas legislaturas, período en el que la propia Coto fue diputada de la formación conservadora. «Parece que el PP se ha despertado de un letargo y se ha dado cuenta de que en ocho años el Gobierno del PSOE no se molestó en desarrollar una exigencia del Estatuto Marco, lo cual es lo habitual: el PSOE no hizo lo que debía y el PP tampoco se lo exigió».

Si el PSOE no había hecho «lo que debía», Coto anunció ayer que Foro tampoco lo hará, toda vez que «las preocupaciones en materia de sanidad de Foro van más en sintonía con las preocupaciones de los asturianos, y por lo tanto son otras». Y enumeró: la sostenibilidad de la sanidad pública, la solución de las listas de espera y lograr una gestión eficiente que ahorre gastos innecesarios conservando la calidad.

Los restantes portavoces sí estimaron que la dedicación exclusiva -cuya obligatoriedad no afecta a los médicos que se incorporaron a la sanidad pública antes de la entrada en vigor de la ley actual- merecía un análisis. En su exposición de motivos de la proposición no de ley presentada por el PP, Carlos Galcerán subrayó que «el compromiso de nuestros profesionales con el sistema no puede estar basado en lo que hacen después de su jornada laboral, sino en el cumplimiento de su labor profesional». Entre tanto, tanto el PSOE como IU reiteraron su oposición a que los médicos compaginen la actividad pública con la privada. La socialista Pilar Alonso señaló: «La dedicación exclusiva ha sido un potente acicate para la mejora de la calidad y el rendimiento del servicio público». A juicio de Noemí Martín, «para cualquier administración, cualquier servicio público o cualquier empresa es básica la exclusividad y la dedicación de sus profesionales más cualificados».

En continuidad con el mensaje de Foro de los últimos tiempos, y ya con el presidente Francisco Álvarez-Cascos en su escaño de la Junta, Cristina Coto señaló: «No sabíamos si el PSOE iba a maridar [con el PP] en esta propuesta». Lo que finalmente sucedió fue que Foro «maridó» con la tradicional postura de la izquierda asturiana y votó en contra de que los médicos asturianos puedan compatibilizar el ejercicio público con el privado.