El Gobierno de Vicente Álvarez Areces dejó parcialmente planificado el denominado Instituto de Investigación Biosanitaria del Principado de Asturias (IIBPA).

Se trata de un edificio de 8.757 metros cuadrados útiles emplazado en La Cadellada (Oviedo), en una parcela adyacente al nuevo HUCA y al Laboratorio de Salud Pública.

Las autoridades socialistas estimaban que su precio de licitación rondaría los 10,5 millones de euros, y que resultaría sencillo obtener financiación europea. Sin embargo, en el tramo final del mandato el impulso del proyecto perdió gas.

El actual Ejecutivo está estudiando el trabajo heredado. Aún no ha decidido si mantendrá la misma línea o introducirá modificaciones en el proyecto.

Los médicos del HUCA dedicados a investigación subrayan que la puesta en funcionamiento de este instituto es un requisito imprescindible para obtener la acreditación oportuna y acceder a subvenciones de cierta envergadura de ámbito nacional e internacional.

En el nuevo HUCA no existe espacio destinado a los más de 60 profesionales que se dedican exclusivamente a investigar, para los cuales el nuevo edificio es una alternativa insustituible.