Con un programa íntegro dedicado a Johannes Brahms, el violista asturiano miembro de la Gustav Mahler Jugendorchester y el galardonado y reconocido pianista norteamericano ofrecieron una vibrante actuación, realzando la importancia del entendimiento y la intuición a la hora de abordar repertorio camerístico. Con este intenso recital, la Sociedad Filarmónica de Gijón reanudó su temporada 2011-2012 el pasado miércoles, en el teatro Jovellanos.

La primera obra del programa fue la «Sonata para violonchelo y piano Op. 38 en mi menor», transcrita para viola y piano y dividida en tres movimientos. Como gran parte del contenido del concierto, esta sonata implica la férrea interacción entre ambos intérpretes, sobre todo en los aspectos temáticos (de gran riqueza melódico armónica) y en los referentes a la dinámica. El más grácil pulso ternario del Allegretto quasi Minuetto se escuchó con fluidez y equilibró el carácter más enérgico del resto de movimientos. Seguidamente, la «Sonata para viola y piano N.º 2 Op. 120 en mi b mayor» ahondó en la sonoridad anterior, con una mayor calidez expresiva en la viola (destacando el inicial Allegro Amabile) y una fogosidad añadida en el piano, a modo de contraste (como se refleja en el motivo del piano en el Allegro Appassionato).

Tras un breve descanso, el dúo interpretó la «Sonata para viola y piano N.º 1 Op. 120 en fa menor», también muy representativa del carácter variado de cada movimiento (contrastando el delicado Andante un poco Adagio, donde quizá Rodríguez sonó algo más frío, con la textura más intrincada del final del Allegretto Grazioso y el Vivace final). Como colofón, el «Scherzo para violín y piano» (nuevamente transcrito para viola y piano) sintetizó el buen hacer de ambos instrumentistas con una obra ágil técnicamente y cargada de expresionismo. Tanto Rodríguez como Kim brillaron en la ejecución de esta composición, exteriorizándolo en todo momento (a través incluso del movimiento y de las miradas) y haciendo visible la importancia del empaste musical y emocional entre los miembros de una misma formación, más allá de su valía individual (que en este caso está fuera de toda duda), contribuyendo además a la personalización de un repertorio tan universal como el del siglo XIX.

La próxima cita de la temporada de la SFG será el miércoles día 1 de febrero, con un concierto de la arpista Tiziana Tagliani. Será en el teatro Jovellanos, a partir de las 20.00 horas.