Oviedo, M. S. MARQUÉS

En contra de lo esperado, el archivo del escritor Jesús López Pacheco (Madrid, 1930-Ontario, Canadá, 1997) no vendrá a Asturias como parece que habría sido deseo de su propietario. Vinculado al Principado desde su juventud, tras pasar un par de veranos en Cudillero donde realizó el Servicio Universitario de Trabajo saliendo a la pesca con las embarcaciones pixuetas, López Pacheco residió desde 1968 hasta su muerte en Canadá, país en el que decidió autoexiliarse después de padecer la censura franquista.

A pesar de la distancia y de fijar su nueva residencia en Ontario, donde ejerció como profesor universitario hasta su jubilación, mantuvo un estrecho contacto con España, adonde realizaba frecuentes viajes. En uno de ellos fue invitado por Juan Luis Álvarez del Busto a participar con un texto propio en la celebración en 1987 del V Cuaderno literario «Escritores en Cudillero», compromiso que aceptó gustoso.

Ese nuevo vínculo sirvió para estrechar aún más los lazos del escritor y de su familia con Asturias. Una vez fallecido Pacheco, la Asociación Amigos de Cudillero promueve con la Dirección de Cultura del Gobierno del Principado, y con la aprobación de la familia, el traslado del archivo de Pacheco a España desde su residencia en Canadá para su posterior incorporación al Archivo Histórico de Asturias.

Pero esa posibilidad acaba de verse truncada. Las gestiones que entonces se llevaron a cabo desde el Principado sirvieron para implicar al Ministerio de Cultura en la iniciativa, que se hizo cargo hace siete años del traslado de los materiales, depositándolos de forma provisional en el Archivo General de la Administración, en Alcalá de Henares. Se trataba de una estancia temporal por las dificultades y falta de espacio que Asturias tenía en aquel momento para albergar nuevos documentos. La idea era mantener los fondos en Madrid hasta que finalizaran las obras que iban a dotar a Asturias de un nuevo Archivo Histórico con capacidad para acoger el legado.

Ese momento llegó hace ya algún tiempo, sin embargo, el legado de López Pacheco no atravesará los muros de la antigua cárcel de Oviedo, hoy convertida en Archivo de Asturias. El Ministerio de Cultura ha recabado el consentimiento del único hijo del escritor que reside en España, el cineasta Bruno Lázaro Pacheco, para hacerse con los documentos y que estos permanezcan en Madrid. A cambio, se comprometen a enviar una copia digitalizada a Asturias.

Jesús López Pacheco formó parte de la generación de intelectuales que se implicaron en los acontecimientos que trataron de burlar la represión franquista a mediados del pasado siglo. Poeta y escritor, sus libros reflejan el compromiso con las ideas de progreso y se incluyen dentro de lo que se conoció como narrativa social. Fue finalista del premio «Nadal», en 1957, con la novela «Central eléctrica», que le abrió un camino literario en el que no faltan los poemarios como «Mi corazón se llama Cudillero», «Canciones del amor prohibido» y «Pongo la mano sobre España», entre otros. Durante toda su vida sigue escribiendo poesía y narrativa. Tras su muerte, en 1997, se publica «El homóvil», una novela experimental.

Su archivo conserva una amplia colección de fotos, cartas, originales de sus obras, artículos y otros documentos de interés.