Oviedo, E. G. / Agencias

El copago farmacéutico que comenzará, al menos en teoría, a funcionar a partir de pasado mañana, 1 de julio, va a suponer un ahorro de unos 550 millones de euros, según datos del Ministerio de Sanidad, pero la inmensa mayoría de las autonomías, entre ellas Asturias, no garantiza que el nuevo sistema esté operativo en tiempo y forma, y nada se sabe de los gastos que el nuevo modelo va a acarrear. La excepción está cerca. Es la comunidad de Cantabria, que ayer se declaró «preparada» para afrontar el copago el día en que marca el Ministerio.

El Gobierno de Asturias ya puso de manifiesto días atrás que ve muy improbable que el sistema de copago farmacéutico pueda entrar en funcionamiento el 1 de julio por razones técnicas y que el modelo será una realidad cuando resulte «técnicamente posible».

El principal problema es informático, es decir, de gestión en red de los pagos y cobros de quienes compran medicamentos. Las cifras abruman. En España existen más de 21.000 farmacias (una botica por cada 2.200 habitantes, aproximadamente). El año pasado se facturaron en el país casi 974 millones de recetas del Sistema Nacional de Salud, de las que más de 25 millones fueron asturianas. En una comunidad pequeña como el Principado, con poco más de un millón de habitantes, se gestionan todos los días unas 70.000 recetas.

Los datos nacionales hablan de unos 2,6 millones de recetas del SNS al día, que suponen un gasto farmacéutico de unos 30 millones de euros al día, con un gasto medio por receta del Sistema Nacional de Salud de 11,5 euros.

Si comparamos las cifras de 2011 con las del año anterior, en Asturias sube el número de recetas en unas seiscientas mil unidades, baja el gasto farmacéutico en unos 25 millones de euros y baja el gasto medio por receta un euro y medio.

El copago forma parte de un paquete de medidas inédito en España para ahorrar 2.200 millones de euros. A los 550 millones de ahorro del copago se unirán los 458 millones que el Sistema Nacional de Salud (SNS) dejará de pagar por 425 medicamentos que dejan de ser productos financiados.

La Generalitat de Cataluña criticó ayer tanto el copago como esa retirada de financiación de fármacos por considerarlas «medidas precipitadas» a juicio del «conseller» de Salud, Boi Ruiz. A las críticas se sumó Metges de Catalunya (Médicos de Cataluña), el sindicato mayoritario de la sanidad catalana, que pone en duda tanto los criterios de retirada de medicamentos como los cálculos de ahorro de esos 458 millones.

A partir del domingo (o cuando se pueda, que es el mensaje que están enviando las comunidades autónomas) los pensionistas que ganen menos de 18.000 euros anuales tendrán un 10% de copago por sus medicamentos, pero sin rebasar nunca la cantidad de 8 euros al mes. Un ciudadano en activo con ingresos entre 18.000 y 100.000 euros copagará el 50%.

El Principado anunció un sistema para que los usuarios no paguen más una vez llegado al tope de gasto mensual.