Oviedo, M. S. MARQUÉS

La crisis y los recortes presupuestarios también afectan al arte joven, lo que en este caso puede traducirse en problemas de permanencia para la sala Borrón, un espacio dependiente de la Consejería de Presidencia, a través del Instituto de la Juventud, que inició su andadura en 1987 con el objetivo de desarrollar un programa de promoción del arte joven, que ha conseguido una gran capacidad de convocatoria y el reconocimiento de muchos jóvenes artistas.

Ahora, un cuarto de siglo después, parece que las cosas se complican para mantener económicamente el espacio actual de la calle General Yagüe, un local de alquiler al que la sala Borrón se trasladó después de que el Principado decidiera vender el edificio de Calvo-Sotelo, 5, donde estuvo la sala desde su nacimiento.

Aunque la directora del Instituto de la Juventud, Carmen Sanjurjo, prefirió ayer no hacer comentarios acerca del futuro de las instalaciones, fuentes próximas a la Consejería de Presidencia aseguran que en los próximos meses habrá cambios en lo que respecta a las mismas. Aunque en un principio se habló de cierre, parece que antes de tomar tan drástica decisión se va a intentar el traslado a algún local cuyo alquiler resulte más económico que el que se paga por el de la calle General Yagüe, excesivo para las menguadas arcas del Instituto de la Juventud y para la Dirección General de Patrimonio de la Consejería de Hacienda.

La sala Borrón está vinculada a la Consejería de Presidencia desde la anterior legislatura con el Gobierno de Foro, cuando el Instituto de la Juventud al que está adscrita dejó de formar parte de la Consejería de Cultura para incluirse en la de Presidencia.

Se da la circunstancia de que el actual consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, fue en su día director del Instituto de la Juventud, en el Gobierno de Vicente Álvarez Areces, y como tal participó en la presentación de muchas de las exposiciones que se realizaron durante esos años.

La sala Borrón es el único espacio expositivo público con que cuenta Oviedo en estos momentos, máxime cuando las obras de ampliación del Museo de Bellas Artes impiden cualquier actividad relacionada con muestras ajenas a la colección permanente. Con estas perspectivas, los rumores sobre los peligros que acechan a la sala Borrón preocupan en los ambientes artísticos. No hay que olvidar que durante los últimos 25 años este espacio dio cabida y sirvió de trampolín para muchos de los creadores asturianos que hoy han conseguido hacerse un nombre en el mercado del arte nacional.

Desde su apertura, en 1987, pasaron por las instalaciones de la sala Borrón más de 300 propuestas expositivas entre individuales y colectivas, reuniendo a artistas españoles y extranjeros. En la actualidad ofrece, hasta el 31 de enero, la muestra «Forados de doble trayectoria», de Alicia González-Lafita.