Desde el curso 2012-2013 los alumnos de Educación Infantil vienen sufriendo la decisión de la señora consejera de Educación de subir la ratio por aula a 25 alumnos. Las consecuencias de esta desacertada medida se han hecho evidentes, y la promesa de reducir el número a 23 en las clases de 3 años es un remiendo que no paliará los daños en el resto de los cursos. Mis hijos cursan tercero de Infantil en el colegio público de Fozaneldi de Oviedo, donde las maestras se ven obligadas a compensar con ilusión y esfuerzo el hacinamiento en sus clases, que en algunos casos incluyen a más de 25 alumnos. Esta situación incide notablemente en la calidad de la educación, ya que ni el espacio ni el tiempo se estiran en un aula repleta de niños de 5 años.

La Administración tendrá que tomar las medidas oportunas para el próximo curso y evitar que nuestro sistema educativo se siga deteriorando. Debemos defender una escuela pública digna, porque es de todos.