"Estamos desilusionados, habíamos puesto muchas esperanzas en la reunión y esperábamos que la Consejera de Bienestar nos concediese alguna de nuestras peticiones", declaró ayer a LA NUEVA ESPAÑA Generosa Tamargo, presidenta en funciones del comité de empresa de Establecimientos Residenciales de Asturias (ERA) y delegada de Comisiones Obreras.

La de ayer fue la primera entrevista de la consejera Graciela Blanco con los representantes de los trabajadores del ERA, algunos de los cuales mantienen un encierro de más de doscientos días en la Residencia Mixta de Pumarín, en protesta por la decisión de la gerencia de reconvertir siete plazas de jubilados del personal auxiliar en trabajadores de atención directa, y privatizar esos puestos de trabajo, que corresponden a categorías tales como ordenanza, operario de servicio y de mantenimiento. El comité sostiene que se trata de privatización de empleo pùblico.

"Le pedimos que valorase la posibilidad de dar marcha atrás en la privatización de esas plazas, que lo estudiase, pero dijo que respaldaba esa política y que no daría marcha atrás. Nosotros sabíamos que hoy (por ayer) no se iba a conseguir todo, pero esperábamos un mayor compromiso", indicó Generosa Tamargo.

A lo que si se comprometió Graciela Blanco fue a hablar con el comité sobre el futuro de este tipo de plazas si se volviera a plantear la reconversión. "No nos dio la seguridad de que esto no volverá a repetirse, nos dijo que nos sentaríamos a hablar si se volvía a plantear, pero sin más compromiso", indica Generosa Tamargo.

Comisiones Obreras y Corriente Sindical de Izquierdas (CSI) lideran el encierro. Hoy convocarán a los trabajadores a una asamblea para informarles de la entrevista y decidir si continúan o no con la movilización.

El ERA, organismo dependiente de Bienestar Social que gestiona la red de servicios públicos para mayores, tiene 29 centros, 21 de los cuales los gestiona de forma directa y otros 8 en colaboración con entidades del denominado tercer sector. Cuenta con unos 1.400 trabajadores. La privatización de las 7 pplazas de jubilados afecta, además de a la Mixta, a las residencias Santa Teresa, El Cristo y La Tenderina, las tres de Oviedo.