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Cártamo, el colorante que crece en Asturias

Conocido como el azafrán barato, se abre hueco en los huertos asturianos y molido da un sabor especial a los platos

Cártamo, el colorante que crece en Asturias

La huerta asturiana da para mucho. Por si fuera poca su productividad de sobra conocida, con todo tipo de frutas, hortalizas y cereales, los hay que de un tiempo a esta parte se han animado a introducir un nuevo cultivo que, de momento, parece que se da bien en el clima del Principado y poco a poco va a más. Se trata del cártamo, una planta de cuyas flores se extrae un colorante que tradicionalmente se ha usado como sustituto barato del azafrán, aunque su uso principal hoy en día es la producción de aceite de sus semillas.

Leandro Bustelo lleva ya dos cosechas en su huerto de El Fondón, en Soto del Barco. Ahora se ocupa de secar las flores que recogió a principios de agosto. Los pequeños filamentos de un naranja intenso reposan en cajas de cartón, a buen resguardo de la humedad, en un sitio seco y caliente. Bustelo, aficionado a la agricultura y siempre atento a cualquier innovación que pueda introducir, está encantado con este tipo de azafrán, qué él utiliza como colorante: "Da un sabor a la comida especial, distinto. Y el color es mucho más intenso que el azafrán que se compra".

En unas cuantas semanas, una vez sequen bien los filamentos, el agricultor los molerá y guardará en tarros de cristal. Tendrá azafrán para una buena temporada, aunque la cantidad engaña. Si bien cuando se recoge el volumen es importante, tras el proceso de secado mengua considerablemente. Y ya molido, mucho más.

Bustelo tiene constancia de que en otros lugares de Asturias hay gente que también lo cultiva y con éxito. "Se planta más o menos cuando las fabas, en primavera", explica. En su caso, tiene ya guardadas las semillas para la próxima temporada, porque una vez que se retiran las flores, la planta ya no tiene uso y hay que renovarlas. Las flores crecerán hasta desarrollar un gran bulbo con filamentos naranjas que hay que retirar en su momento óptimo. "Necesitan mucho calor y los dos años que llevo plantándolo se han dado bien", señala. Él obtuvo las semillas a través de unos amigos que las trajeron a Asturias desde México, uno de los principales productores de cártamo para elaborar aceite, similar al de girasol que, aparte de para cocinar, también se usa para las margarinas.

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