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Fernández Conde incluye la iglesia de Ferreros en su catálogo del Prerrománico

El historiador medievalista considera que "resultan muy verosímiles las connotaciones" de estilo que revela el estudio arquitectónico del templo

Interior de la iglesia de San Pedro de Ferreros, en Ribera de Arriba.

Javier Fernández Conde, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Oviedo, ya jubilado, cree que la iglesia de San Pedro de Ferreros, en Ribera de Arriba, documentada en la Edad Media, "podría ser prerrománica". El historiador la incluía recientemente en un catálogo de iglesias de ese periodo en su libro "Las fuentes escritas en la investigación del Prerrománico", incluso le atribuía la condición de monasterio, aunque, según afirma, "puramente nominal, y todo con la cautela de que su cronología podría estar trastocada por la influencia del obispo don Pelayo", añade.

En el testamento del rey Ordoño I, que se considera falso, la iglesia aparece documentada por primera vez como una donación del monarca a San Salvador de Oviedo del año 857 (Liber Testamentorum), dentro de un conjunto de iglesias perfectamente situadas en el territorio de Ribera de Arriba (Soto de Lecer). Fernández Conde asegura que don Pelayo, cuando falsificaba, no solía inventar los contenidos que incluía en sus textos y, en el documento, el texto procede de una manera muy ordenada, territorio a territorio.

"Todo hace pensar que dicho territorio, el de Soto de Ribera o Ribera de Arriba, estaba ya perfectamente organizado en tiempos de don Pelayo y que las iglesias que menciona tuvieron que existir desde hacía mucho tiempo. Por eso resultan muy verosímiles las connotaciones prerrománicas encontradas en la iglesia de Ferreros", afirma.

El historiador subraya, además, que "la iglesia de San Martín de Pereda, filial de la de San Pedro de Ferreros y muy próxima, tenía una portada románica antigua, del siglo XII o anterior".

Los arquitectos Rogelio Ruiz y Macario González Astorga, a quienes el Ayuntamiento de Ribera de Arriba encargó un proyecto para tratar de solucionar algunos problemas de humedades que había en el templo, de apariencia neoclásica, fueron quienes descubrieron el más que probable origen altomedieval del edificio.

Según el relato de los arquitectos, al levantar los planos de la iglesia porque no se encontraron los originales, comprobaron que las proporciones y las distancias tan pequeñas que había entre los arcos de la nave central, guardaban gran similitud con otros edificios prerrománicos, sobre todo con Santullano. Su estudio planimétrico pone de manifiesto la importante relación numérica entre las dimensiones de ambas iglesias. No obstante, Lorenzo Arias, profesor de Historia Medieval de la Universidad de Oviedo, ve una relación proporcional mayor con otras como San Pedro de Nora, Tuñón, Gobiendes o Valdediós porque, al igual que Ferreros, todas ellas tienen una nave central de 8,5 metros de longitud.

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