Satoshi Omura (Yamanashi, Japón, 1935), experto mundial en el campo de la química bioorgánica, y William C. Campbell (Ramelton, Irlanda, 1930), especialista en biología del parásito, han desarrollado una nueva clase de medicamentos contra infecciones causadas por lombrices redondas (nematodos), y Tu Youyou (Ningbó, China, 1930), directora científica de la Academia de Medicina Tradicional China, halló una nueva terapia contra la malaria. Los tres fueron galardonados ayer con el Nobel de Medicina y Fisiología. "Han desarrollado terapias que han revolucionado el tratamiento de algunas de las más devastadoras enfermedades parasitarias", afirmó el comité Nobel. Los galardonados compartirán los ocho millones de coronas suecas del premio (855.000 euros).

Omura, catedrático emérito de la Universidad japonesa de Kitasato, y Campbell, investigador emérito en la Universidad Drew de Madison (Nueva Jersey, EE UU), hallaron la avermectina, un fármaco que ha logrado reducir de forma radical la incidencia de la oncocercosis o ceguera de los ríos y la filariasis linfática o elenfantiasis, además de mostrar una eficacia parcial contra enfermedades parasitarias.

"Durante mis estudios de química y parasitología descubrí el potencial que tienen los microorganismos. En un momento muy temprano de mi carrera pensé que este potencial podría ser aprovechado para ayudar a los humanos", explicó Omura en una entrevista a la cadena estatal nipona NHK. Y añadió: "Puede que este campo de la ciencia no resulte muy llamativo, pero creo que es un socio muy importante para la Humanidad". Con humor, el científico japonés subrayó que "los verdaderos merecedores" de este premio son los microorganismos. Se estima que un tercio de la población mundial se ve afectado por lombrices parasitarias, sobre todo en el África subsahariana, el sur de Asia, Sudamérica y América Central.

Todo empezó cuando Omura, experto es aislar productos naturales, empezó a interesarse por un grupo de bacterias (Streptomyces) que se encuentran en los suelos y producen numerosos agentes antibacterianos. Aisló y cultivó nuevas cepas de Streptomyces y seleccionó medio centenar de las más prometedoras para analizarlas con detenimiento, pensando en su aplicación contra microorganismos dañinos.

William Campbell tomó el relevó desde la Universidad y descubrió que el componente de uno de los cultivos era muy eficiente contra parásitos en animales domésticos y de granja. Ese agente fue purificado y bautizado como avermectina y, tras ser modificado químicamente, dio origen a un compuesto llamado ivermectina, probado más tarde con éxito en humanos.

Tu Youyou se convirtió ayer en la primera mujer china y la primer científica con esa nacionalidad -otros investigadores chinos han ganado el premio, pero nacionalizados en otros países- en obtener el Nobel de Medicina. Licenciada en Farmacia por la Universidad de Pekín, Youyou comenzó a trabajar en este fármaco a finales de los sesenta del pasado siglo, cuando la malaria estaba en auge. Estudió las posibilidades de la herbología en ese campo y de una amplia gama de remedios usados para tratar animales infectados con malaria, se centró en un extracto de la planta "Artemisia annua" (ejenjo dulce o chino). Los resultados, al principio, no fueron consistentes, así que Youyou revisó antiguos estudios y encontró las pistas para extraer con éxito el componente activo de la planta, luego llamada artemisia, muy efectivo contra la malaria en su estado inicial, tanto en animales como en personas. Usada con terapias combinadas, reduce la mortalidad en más del 20% y el 30% en niños.

"Rara vez un premio de esta magnitud y calado universal se ha dado a investigaciones sobre enfermedades parasitarias. Ha sido una enorme alegría. ¡Por fin!", declaró Tu Youyou.

Pedro Alonso, director del Programa Mundial Contra la Malaria de la OMS y uno de los principales promotores de la vacuna contra la enfermedad, calificó de "excelente" la noticia. "Da visibilidad a la lucha contra la malaria, que en los últimos 15 años ha logrado avances muy importantes. Y es un reconocimiento merecido y justo a la persona que fue la verdadera autora de este tratamiento, porque a veces otros se apuntan el tanto, se ha premiado a la científica que se lo merece".