"Estos dos amigos han vuelto a unir el País Vasco con Asturias". Así resumió ayer Rosa Suárez Zuloaga la presencia en Oviedo del retrato que su abuelo hizo del pintor y grabador asturiano Fermín Arango. La nieta de Zuloaga comentó, durante la presentación de la obra en el Museo de Bellas Artes, la estrecha y larga amistad que mantuvieron los dos artistas, a la vez que señaló el cariño de su abuelo por Oviedo, ciudad que visitó "para conocer en el palacio de San Feliz el Apostolado de El Greco, un pintor que le entusiasmaba y del que fue su gran defensor".

Tras calificarlo como el pintor de la Generación del 98, lo describió como "un hombre de una humanidad tremenda, que tuvo su reconocimiento en vida y lo demostró comprando la casa de Goya en Fuendetodos y dedicándola a escuela, y adquiriendo un molino en el Campo de Criptana en honor a Cervantes".

Rosa Suárez Zuloaga atiende a los medios entre saludo y saludo. Son muchos los invitados que se acercan a felicitarla en una presentación más concurrida de lo habitual al contar con la presencia de muchos invitados de la propia directora del Museo Zuloaga de Pedraza de la Sierra. Entre besos y saludos pudo comentar su admiración por la arquitectura del nuevo edificio del museo: "La impresión es magnífica, la arquitectura, extraordinaria, con una gran intervención de la luz".

Entre los invitados figuraba el marchante de arte Juan Quirós, socio en su día de Pedro Masaveu y asesor en la adquisición de muchos de los cuadros procedentes de la colección Pedro Masaveu que hoy cuelgan en el museo. Quirós no quiso extenderse sobre los comentarios que en su día hubo sobre la dudosa autenticidad de algunas de las cuatrocientas diez obras con las que la familia Masaveu pagó sus impuestos en Asturias. Se limitó a decir que los adquiridos por él son todos buenos, pero que no se responsabiliza de los comprados después por Pedro Masaveu. También habló de Plácido Arango, al que considera "el coleccionista más inteligente del país".