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Teresa Sanjurjo | Directora de la Fundación Princesa

"Creo en la crítica y en la disparidad de criterios, me duele la falsedad"

"Tenemos que recuperar los espacios de diálogo, la posibilidad de hablar"

"Creo en la crítica y en la disparidad de criterios, me duele la falsedad"

No están siendo fáciles estos días para Teresa Sanjurjo, directora de la Fundación Princesa de Asturias. A punto de cumplir seis años en el cargo, la institución que dirige estrena nombre de mujer, por primera vez en sus treinta y seis años de historia, y ha preparado un programa de actos culturales de diez días que, hasta el momento, ha logrado el apoyo de los ciudadanos. Sin embargo, la actitud crítica hacia los galardones de Somos e Izquierda Unida, dos de los partidos que componen el gobierno del Ayuntamiento de Oviedo, cuyos concejales han declarado que se manifestarán contra los Premios en la plaza de la Escandalera el día de la ceremonia de entrega, o la información falsa de que la Fundación contrataba a estudiantes de hostelería sin pagarles nada a cambio, la han obligado a desviar su tarea, que, como ella misma dice, está concentrada en que "todo salga bien".

-¿Qué piensa de que casi en plena Semana de los Premios la Fundación sea objeto de controversia política en los ayuntamientos de Oviedo y Gijón, con resultados diferentes?

-Todos aquí estamos tratando de mantener la concentración en lo que estamos haciendo. Ésa es la prioridad, que los actos de los Premios y de la semana salgan bien. Y tengo que volver a repetir lo que estamos haciendo, para que seamos capaces de transmitir lo que supone, lo que hay detrás de esto. Además de los actos formales de la ceremonia en el teatro Campoamor, la entrega del premio al Pueblo ejemplar, las audiencias, las recepciones en el hotel y todo lo que eso conlleva, estamos hablando del concierto de los Premios y de su ensayo general, de 18 actos de la semana, de un programa específico para estudiantes de Primaria, ESO y Bachillerato que se llama "Toma la palabra", en el que participan más de cincuenta centros de toda Asturias, del ciclo "Coppola portátil", en el que hay 25 proyecciones, coloquios y actividades, y todo esto requiere muchas horas de trabajo y estar concentrados para que salga bien. Hay muchas personas que quieren asistir. Nuestra principal obligación es estar concentrados en lo que tenemos que estar y hacerlo bien. Es un trabajo de un año que rematamos ahora para que sea todo un éxito.

-¿Cómo fue la entrevista que mantuvo con los representantes del tripartito del Ayuntamiento de Oviedo?

-Me reuní con Roberto Sánchez Ramos, Rubén Rosón y el alcalde, Wenceslao López, para hablar de los asuntos operativos y de las ubicaciones de los actos. Fue una reunión muy cordial.

-¿El ruido político la distrae?

-No me puede distraer, no me lo puedo permitir. Las cosas tienen que salir bien y para que algo salga bien hay que dedicarle mucho trabajo.

-¿Qué le duele más, este tipo de polémicas políticas o mentiras como que contrata gratis a estudiantes?

-A mí, personalmente, me duele la falsedad. Creo que las críticas y la disparidad de criterios tienen que existir siempre en una sociedad libre, democrática y progresista como la nuestra, las críticas y los puntos de vista diferentes sobre las cosas son normales y es importante aceptarlos con naturalidad. Cada ciudadano tiene derecho a tener su opinión. Eso es una cosa, cosa diferente es decir y afirmar cuestiones que no están basadas en la realidad, como sucedió con los estudiantes de hostelería. Me remito al comunicado que dimos. La Fundación no ha pedido nunca ni a esos dos centros ni a ningún otro que participaran sus alumnos gratuitamente en ninguna actividad. Obviamente, no es agradable para nadie que le acusen de cometer una ilegalidad.

-¿Encaja bien las críticas a la Fundación y a sus Premios?

-Siempre estoy dispuesta a escuchar. Tenemos que recuperar los espacios de diálogo, la posibilidad de hablar y hablar significa respetar al otro aunque piense diferente y así puedes ir muy lejos.

-Más allá del tema económico, ¿qué significaría para la Fundación prescindir del apoyo económico de las instituciones públicas asturianas?

-Es mucho más que económico. Lo relevante en esto es ser conscientes de si estamos cumpliendo el fin para el que nos constituimos en 1980 o no. Las administraciones representan el sentir de la ciudadanía. Desde ese punto de vista es muy relevante. Pero yo reitero una vez más el agradecimiento al Gobierno de Asturias, a la Junta General, al Ayuntamiento de Oviedo, que siempre nos ha apoyado, y a los de Gijón y Avilés. Les agradezco su apoyo constante a lo largo de todos estos años.

-¿Ha recibido muchas llamadas de apoyo estos días?

-Sí, y también mensajes.

-¿Del Rey también?

-No he hablado con el Rey en estas semanas.

-¿Qué le dicen?

-Hay llamadas de personas de los "Pueblos ejemplares", de organizaciones con las que colaboramos, de amigos, gente que te para por la calle. Básicamente lo que te dicen es que esperan que esta semana sea un éxito, me dan mucho ánimo, son mensajes siempre positivos. Es sobre todo gente de Asturias, aunque también de fuera.

-¿Le preocupa la manifestación de la Escandalera?

-Me preocupa que todo salga bien.

-El año pasado llegó al Campoamor caminando y algunos manifestantes la insultaron. ¿Qué le decían?

-Me dijeron cosas pero no las recuerdo.

-Aunque es de origen asturiano, usted nació y vivió en Madrid. Lleva casi seis años en contacto estrecho con todo tipo de sectores de esta tierra. ¿Cómo ve a Asturias?

-Me quedo con la cantidad de gente que hay comprometida, esforzada, luchadora. Hay mucho en lo pequeño y mucho en lo grande. Desde los pueblos hasta la gran empresa o el mundo cultural. Lo ves también cuando viajas, cuando vas a México, por ejemplo. Creo que es algo con lo que hay que quedarse.

-Estos años de premios "Princesa" sin la presencia de Leonor ¿supondrán una especie de paréntesis hasta su presentación?

-No tengo esa percepción. La Fundación tiene unos objetivos y éste es un trabajo continuo, y seguimos con el mismo entusiasmo de siempre. Leonor tiene 9 años, el Príncipe tenía 13 cuando vino.

-Usted suele ahondar en la personalidad de los premiados. ¿Qué rasgo común define a los de esta edición?

-No digo todos, pero en muchos de ellos destaca la defensa de la libertad individual. Se da en Coppola, que ha defendido su libertad creativa al margen de un sistema de estudios y de productores complicado, y ha mantenido esa independencia del creador; se da, desde luego, en Emilio Lledó, hablando del individuo y de la palabra, de cómo la palabra nos hace hombres y de cómo la palabra de cada individuo se encuentra con las de los demás y así se conforman las sociedades; se da en Padura, por esa trayectoria que ha tenido en su país. En el caso de Wikipedia veo también la importancia de ese ejercicio de libertad individual porque es un proceso esencialmente colaborativo y democrático, y es lo que se está premiando en la Wikipedia. Es también paradigmático el caso de las dos investigadoras, Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna, estaban cada una investigando una materia similar y decidieron aunarse y hacer equipo. La Orden Hospitalaria San Juan de Dios lleva 500 años trabajando por los demás y evolucionando, y los Gasol, dos estrellas del deporte, son otro ejemplo de lucha.

-Los premios "Princesa" son escasos en dotación económica y, sin embargo, los galardonados muestran una gran disposición a colaborar en actos culturales. ¿Cómo consiguen que participen en tantas actividades?

-Se produce una situación que es bastante frecuente. Es muy normal que ellos conozcan a personas que en años anteriores recibieron el galardón, ocurre con frecuencia, conocen el prestigio de los Premios y son actos pensados para ellos. Sabemos qué les gusta. Trabajamos mucho los actos, hacemos una cosa muy cuidada. No se trata de llegar a una ciudad y recoger un premio. Sin su colaboración sería imposible la Semana de los Premios.

-En diciembre cumple seis años como directora. ¿Qué recuerdos imborrables tiene de los premiados?

-Me resulta muy difícil escoger uno. Tengo varios. Recuerdo a los héroes de Fukushima, terminaron emocionados; Leonard Cohen me dijo que estaba completamente impresionado; Higgs indicó que nunca habían asistido a un acto con alumnos tan impresionante; Howard Gardner me dijo que su madre no paraba de ver el vídeo del acto y Saskia Sassen afirmó que efectivamente eran unos premios para la sociedad. Josep Pérez también estaba entusiasmado. Cada uno se expresa de manera diferente pero prácticamente es unánime su apoyo.

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