La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ramón Rodríguez: "El RIDEA debe ser la casa de cultura y la tribuna de Asturias"

El director del Real Instituto de Estudios Asturianos abrió el curso con una conferencia sobre la tradición asturianista, que se remonta al siglo XVIII

De izquierda a derecha, Fernando Álvarez Balbuena, Ramón Rodríguez (director del RIDEA), Javier Cancio-Donlebún, Manuel Gutiérrez Claverol, Luis Casteleiro Oliveros y José Martínez González, nuevos miembros correspondientes del RIDEA. MARÍA GÓMEZ

Ramón Rodríguez, director de la Biblioteca de la Universidad, decidió abrir el curso del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA), que también dirige, con una conferencia sobre la tradición asturianista, un asunto en el que lleva algún tiempo trabajando y del que probablemente acabará publicando un libro. Desde aquellas tempranas manifestaciones del siglo XVIII, lideradas por Jovellanos, que aspiraba a crear la Academia de Buenas Letras para el cultivo y estudio de temas exclusivamente asturianos, con nombres tan destacados como Martínez Marina, responsable de la parte asturiana del "Diccionario general geográfico-histórico de España", que no llegó a publicarse, o el célebre cartógrafo Tomás López, hasta la fundación del Instituto de Estudios Asturianos (hoy, RIDEA), en 1945.

"El RIDEA debe ser la Casa de la cultura y la tribuna de Asturias", afirmó Ramón Rodríguez. "Queremos que esta institución, teniendo siempre presente su demostrada vocación científica e investigadora, sepa al mismo tiempo convertirse en foro y tribuna de las aspiraciones culturales de los asturianos", añadió.

Rodríguez hizo un recorrido por todas las iniciativas que desde la Ilustración hasta la actualidad "han marcado un hito en el despertar de Asturias en su conciencia como país".

En esa relación no podía faltar la Sociedad Económica del País (1780), una de las primeras que se funda en España, que bajo el patrocinio de Campomanes desarrolló una gran actividad cultural en los últimos años del siglo XVIII y a lo largo del XIX. La Sociedad contribuyó al desarrollo de la Universidad y a la creación de enseñanzas, como las Escuelas de Bellas Artes y de Artes y Oficios, en 1878.

La conciencia regional, según Ramón Rodríguez, adquirió una gran pujanza en la segunda mitad del siglo XIX y, como consecuencia, surgen el grupo "La Quintana", la publicación de la "Revista de Asturias" en sus dos etapas y el nacimiento de numerosos periódicos locales.

Fermín Canella, Braulio Vigón, Fuertes Acevedo, Selgas, Ciriaco Miguel Vigil, Acevedo y Huelves, García Caveda y Julio Somoza son algunos de los nombres de "La Quintana" (1881-1890) que, según el bibliófilo y exdirector del RIDEA, José Luis Pérez de Castro, es "el primer grupo de intelectuales e investigadores asturianistas".

Los temas etnográficos y antropológicos eran para ellos materia de máximo interés. " 'La Quintana' fue el primer gran movimiento asturianista, y su ejemplo y su impulso iban a inspirar en bastantes aspectos algunas iniciativas culturales posteriores", destacó Ramón Rodríguez.

El regionalismo político, con movimientos como el de Nicolás de las Alas Pumariño o el de la Liga Regionalista Astur, ambos en 1918, y el destacado papel de la Biblioteca de la Universidad de Oviedo y de su hemeroteca, destruida durante la Revolución del 34, se unen en la creación del Centro de Estudios Asturianos. Este grupo establecía un nexo de unión con "La Quintana". A nombres como Canella, Somoza o Fortunato Selgas se sumó una nueva generación de personalidades con clara vocación asturianista, como el conde de la Vega del Sella, Aurelio Llano, Fausto Vigil, Eduardo Martínez Torner, Leopoldo Alas y Juan Uría Ríu. El Centro publicó un "Boletín" entre marzo de 1924 y finales de 1926.

Ramón Rodríguez citó unas palabras del historiador y también antiguo director del RIDEA, Juan Ignacio Ruiz de la Peña, que expresan lo que significó aquel grupo: "La cultura regional pudo contar por primera vez con una publicación periódica de rango verdaderamente científico gracias en buena medida al esfuerzo de quien fue su gran animador, don Juan Uría Ríu".

A la hora de profundizar en la historia del RIDEA, que nace en plena posguerra y que según algunos autores trata de ser continuador del Centro, aunque muchos otros lo niegan tajantemente, Rodríguez afirmó que, pese a la "uniformidad ideológica" que había frente al grupo anterior, "pretender que todos los miembros del RIDEA eran de ideología franquista no se ajusta a la realidad".

El director del Instituto negó que, ateniéndose a los hechos, los miembros del RIDEA impidieran, como siempre se ha dicho, el nombramiento de Juan Uría como director. Según sus datos, el Comité de Cultura del Instituto propuso su nombramiento al Consejo General "sin ninguna discrepancia". Fue la Diputación Provincial la que, en una carta fechada el 6 de agosto de 1955, comunicó que la Corporación Provincial había decidido modificar los estatutos y unir el cargo de director al del rector de la Universidad. "Fue una decisión política imposible de rechazar en aquellos momentos oscuros de nuestra historia", señaló Rodríguez.

"Hoy, el RIDEA tiene que abrir nuevos caminos para mejorar el conocimiento y la defensa de Asturias", subrayó.

Compartir el artículo

stats