"Desde que Jennifer y Emmanuelle descubrieron esto ya no podemos vivir aquí". Lo cuenta en forma de lamento un bicho raro, a modo de virus, pintado en uno de los paneles de la exposición que ayer inauguraron en el Campo San Francisco, en Oviedo, las premio "Princesa de Asturias" Doudna y Charpentier.

Los paneles reproducen los trabajos infantiles sobre las investigaciones de ambas. Trabajos salidos de las manos y la imaginación de niños de Primaria, con edades en torno a los diez años, de dieciséis colegios asturianos públicos y privados concertados.

Los artistas pertenecen a los centros Baudilio Arce, Buenavista II, Amor Misericordioso, Clara Campoamor, Darío Freán, Fozaneldi, Santa Olaya, Veneranda Manzano, La Fresneda, José Bernardo, La Milagrosa, Ramón de Campoamor, Rioturbio, Sagrada Familia, Santiago Apóstol y Villalegre.

"Esto es maravilloso, sois verdaderos artistas". Doudna y Charpentier se volcaron en elogios cuando, minutos más tarde, se reunieron con los escolares en el edificio del Pavo Real, donde hasta el domingo se exponen al público los trabajos. "Vuestro trabajo es genial, conmovedor, fantástico e impresionante", dijo la investigadora francesa. "A lo mejor alguno de vosotros se hace científico cuando seáis mayores", deseó la norteamericana Doudna.

Ambas se lo pasaron en grande, con el investigador asturiano Amador Menéndez como cicerone. "Me pidieron que a ver si es posible hacerles llegar todos los dibujos", explicó Menéndez satisfecho. Hubo aplausos, fotos de grupo, firma de autógrafos y hasta explicaciones técnicas adecuadas a la edad del auditorio. El único damnificado, el virus del panel a punto de hacer las maletas.