Los tres edificios del Museo de Bellas Artes de Asturias abrirán conjuntamente al público a finales del próximo mes de marzo, según informó ayer al patronato su director, Alfonso Palacio. La dirección de la institución arbitrará de su propio presupuesto la contratación de seis vigilantes durante seis meses, hasta el próximo septiembre, a la espera de que el Ayuntamiento de Oviedo apruebe el presupuesto del año 2016, en el que se incluye una partida de casi 700.000 euros -unos 200.000 euros más que el pasado ejercicio- que permitiría realizar el contrato plurianual de vigilantes. Los trámites para la realización de un contrato de estas características exigen, al menos, entre cuatro y cinco meses.

En la actualidad sólo funciona con normalidad el nuevo edificio del museo, que alberga la colección de arte contemporáneo. El palacio de Velarde sólo tiene abiertas la planta baja y la primera, en la que se exhibe su colección histórica de arte barroco nacional e internacional y el Apostolado de El Greco, pero a partir del 1 de febrero esta última también se cerrará, para reordenarla y hacer algunas obras de mantenimiento. Sólo quedarán visitables la recepción y planta baja del edificio. Por otra parte, el segundo piso, en el que se ubicará el arte de los siglos XVIII y XIX, y la Casa de los Oviedo-Portal, que acogerá el arte asturiano del XIX, llevan meses cerrados por esta causa y por la falta de vigilantes. El cierre de estos edificios no ha servido, sin embargo, para abordar una de las obras más urgentes en Velarde, como es la climatización, que ya ha causado varios sustos y que no se ha renovado desde la inauguración del edificio, en 1981.

Con un presupuesto prorrogado y serias carencias de todo orden -tal vez una de las más escandalosas sea que la colección, integrada por unas 15.000 piezas, sólo cuenta con un técnico conservador, que es a la vez el director-, el Museo sigue adelante con la programación, y hoy presentará la del primer semestre del año.

Una de las sorpresas será que, por primera vez en su historia, la próxima obra invitada será un vestido de noche negro, realizado por Cristóbal Balenciaga en 1968, procedente del museo que lleva el nombre del modisto español y que se encuentra en Guetaria (Guipúzcoa). La exhibición se completará con una conferencia de Sonsoles Díez de Rivera, patrona fundadora del mismo.

El patronato también aprobó en su reunión el préstamo de dos de las obras del museo para otras tantas exposiciones. Se trata del retrato de Isidora Redondo, de Francisco Rizi (1614-1685), contemporáneo de Juan Carreño de Miranda, que se exhibirá en la exposición del Museo del Prado "Metapintura. Un viaje a las ideas del arte", comisariada por Javier Portus, y de "Santa Úrsula con las once vírgenes", de Peter Claeissens, que irá a una exposición en el Museo de Brujas.

Otro contrato que debe activarse, según Alfonso Palacio, es el de educación y difusión, que en esta ocasión se intentará que sea por tres años. Hasta ese momento continuará realizando las actividades la que ha sido su responsable hasta ahora.