Las cartas de Juan Pablo II con una filósofa estadounidense de origen polaco, que acaban de darse a conocer, han sorprendido a todos al quedar al descubierto la estrecha amistad que el Pontífice mantuvo con Anna-Teresa Tymieniecka. La correspondencia, junto con algunas fotografías, estaba archivada en la Biblioteca de Polonia, que las adquirió en 2008 a la propia Tymieniecka, material que ha servido de base al documental retransmitido ayer, lunes, por la cadena británica BBC bajo el título "Las cartas secretas del Papa Juan Pablo II". La cinta subraya la intensa relación del religioso y la filósofa, una mujer casada con la que se carteó durante más de 30 años.

Desde la BBC quieren quitar hierro a la noticia afirmando que la correspondencia no significa que Juan Pablo II rompiera su celibato. También el Vaticano ha terciado asegurando que el documental tiene "más humo que fuego".

La amistad entre Karol Wojtyla y Tymieniecka empezó cuando ella contactó con el entonces cardenal y arzobispo de Cracovia en 1973 para consultarle sobre un libro de filosofía que él había escrito. Ambos se vieron en Polonia para analizar ese trabajo, a lo que seguiría la correspondencia ahora desvelada. Las misivas se fueron haciendo más íntimas con el tiempo y parece que pudo surgir un conflicto emocional.

En el transcurso de los años se encontraron varias veces, a menudo solos, para trabajar en una versión ampliada de ese volumen, "Persona y Acción". En 1974, él definía las cartas de su amiga "llenas de significado y profundamente personales".

Las fotografías que divulga la BBC muestran al futuro Papa en momentos de relajamiento y durante una excursión de camping, él en pantalón corto y camiseta y ella con una falda larga. Según la cadena, Wojtyla la invitó a caminatas por la montaña y salidas de esquí, y hay imágenes de visitas de ella al Vaticano.

En 1976, el entonces cardenal asistió a una conferencia en Estados Unidos y Tymieniecka le invitó a su casa familiar en el campo en Nueva Inglaterra. En esa visita ella pudo dar a conocer sus sentimientos, pues la posterior carta de Juan Pablo II muestra a un hombre luchando por comprender sus propios sentimientos. "Querida Teresa, he recibido las tres cartas. Escribes sobre estar rota por dentro, pero no pude encontrar una respuesta a estas palabras", escribe él en un texto fechado en septiembre de 1976.