"La zarzuela 'El terrible Pérez' marcó toda una época" comenta Nacho de Paz, director de orquesta ovetense, que estará en el podio en las tres funciones de la obra que se ofrecerán los días 6, 8 y 9 de este mes en el teatro Campoamor de Oviedo. De Paz fue quien rescató la pieza, la recompuso, revisó compás a compás la partitura y añadió números así que es el alma de esta producción. Hizo el trabajo al frente de un equipo de siete personas entre músicos, musicólogos y documentalistas. "El terrible Pérez" se estrenó en 1903 y acabó en el olvido hasta que hace año y medio le dio vida De Paz según una producción de la Fundación Guerrero. El estreno en Cuenca fue memorable. Y de la ciudad castellano manchega directamente a Oviedo como segundo título del XXIII Festival de Teatro Lírico Español. Tiene dos premios líricos del Campoamor.

"Cuando se estrenó en los inicios del siglo pasado estaban ocurriendo muchos cambios" comenta el maestro carbayón "el cine, aún mudo, ganaba públicos y los empresarios teatrales se adentraron por el género sicalíptico, previo a la revista, lleno de chicas guapas y textos picantes. Ahí es donde se inscribe esta obra con música de Torregrosa y Valverde hijo y libreto de Arniches, verdaderamente desternillante".

Fue el gran éxito de aquel año. "Mirando y analizando la prensa, que fue uno de los trabajos de documentación que hicimos de forma exhaustiva, aparecen muchos artículos con clarísimas referencias lo que indica el éxito que tuvo. Por ejemplo, en las páginas de política de un periódico se habla de 'el terrible Maura', una cita evidente" indica De Paz.

"El terrible Pérez" formaba parte del llamado género chico que no indica que fuese menor si no breve lo que facilitaba dar varios títulos consecutivos en una misma velada. En el teatro Apolo de Madrid se ofrecía en la sesión que empezaba a las doce de la noche y aunque originalmente tenía una duración de 50 minutos "se convertía en interminable con repeticiones y de todo, bajo la influencia de la belleza de las cantantes. Llegaban hasta las tres de la mañana. Era todo muy flexible no como ahora. Debajo del escenario se situaban los compositores y la crítica. Tomaban nota de la duración de los aplausos y lo que era poco ovacionado se retiraba. En una horas escribían otro número y ya al día siguiente se daba el cambio".

Por esa razón, por las prisas extremas, "las partituras que nos han llegado no están acabadas. Apenas tienen indicaciones salvo las notas". Nacho de Paz y su equipo tuvieron pues que reconstruir todo y añadir números, también según el espíritu flexible de la época, hasta lograr una extensión estándar para los criterios actuales. Dura hora y media y elpróximo miércoles y también en las funciones del viernes y el sábado se ofrecerá de un tirón a partir de las ocho de la tarde.

La política también se cruzó en la suerte de este título. Una de las primeras frases corresponde a un ciego que sale a escena y dice: "ay mamita del alma mía que está la España que no hay quien la pueda gobernar" así que la censura franquista prohibió la obra que desapareció de la memoria colectiva. "Es importantísimo recuperar estos títulos" añade el director "porque nos reconocemos en ellos, puedes ver que aquel y este es el mismo país".

El libreto de Arniches está plagado de frases de doble sentido. "En el cuplé del paraguas, por ejemplo, una mujer explica como hay que andar entre hombres mientras llueve y canta 'me estoy mojando por culpa de ustedes' y un hombre al instante le replica 'si usted quiere yo la cubriré'. Todo cosas picantes" indica el director musical "y después de cada burrada, de cada chiste fuerte aunque en cierta medida velado una broma ligera para aliviar la tensión".

Vuelta a la vieja repentización

Un número destacado es el "Tango del cojo" donde se explica cómo cojear para ligar. "Es una habanera pero faltan indicaciones y en un momento ves que coge otro sentido y cómo los vientos de la orquesta marcan la cojera. Todo esto se entiende con estudios detallados porque a la partitura le faltan las indicaciones necesarias ya que trabajan a toda velocidad" apunta De Paz. En las funciones del Campoamor habrá sorpresas asturianas empezando por "La canción de la sidra".

El director asturiano Nacho de Paz comenta asimismo que "una zarzuela es ramplona si se toca de una forma ramplona. En ésta hemos trabajado mucho y en equipo. Hicimos ocho ediciones para el primer estreno en Cuenca, en septiembre de 2014. Y de ahí los dos premios del teatro Campoamor que nos dieron. Hicimos el DVD en directo. El foso estaba separado y la orquesta sonaba como un cañón, muy excesiva, y la escena retirada. Así las cosas la tarde anterior tuve que corregir toda la orquestación con cuatro del equipo. Una orquesta de 60 personas coge una partitura sin las indicaciones precisas y cunde la desidia y el aburrimiento. Yo dictaba y ellos escribían en las partituras. El maestro Ros-Marbà que estaba allí me dijo que ahora nadie hacía algo así pero que era lo habitual hace un siglo. Creo que todos los esfuerzos por recuperar el patrimonio merecen la pena".

En la última de las ocho ediciones De Paz contó con una ayuda muy especial, el violinista Andrei Mijlin, concertino de Oviedo Filarmonía que estará en el foso del Campoamor. "Su madre Tsiala Kvernadze, georgiana, fue mi profesora de piano en Oviedo. Me trataba como a un nieto. Me llamaba por las noches, me preguntaba cómo estaba y se interesaba si había tenido una lesión en una mano jugando. Yo iba para astrofísico o para arquitecto. Fue quien me dijo que era teórico e intelectual y que debía ser director no pianista. Me redirigió a Arturo Tamayo, al que perseguí por toda Europa y por ahí enlacé con Pierre Boulez y la música contemporánea que es lo mío. Y ahora me encuentro con su hijo en Oviedo haciendo zarzuela. Claro, nos entendemos muy bien".