Un estadounidense de 24 años tetrapléjico tras un accidente ha recuperado la movilidad en los dedos y la mano gracias a un microchip implantado en su cerebro, un tratamiento pionero cuyos resultados acaba de publicar la revista Nature. Hasta ahora se habían transmitido señales cerebrales a brazos externos, pero es la primera vez que se restaura la movilidad en las extremidades de un paciente.