Carlos Urroz Arancibia, director de la feria Arco, forma parte del jurado del Premio Princesa de Asturias de las Artes que al medio día de hoy dará a conocer su fallo en Oviedo.
-¿Cómo está el mercado del arte?
-El mercado del arte está en un momento muy interesante para los artistas jóvenes, para el desarrollo de alguien en pleno proceso de su carrera. Comprar una obra de un arte joven es una forma de micromecenazgo. Pero en los medios salen preferentemente las operaciones con cifras de 50 millones de euros. Ese es otro negocio. Es el negocio de la reventa. En Arco las obras salen de los estudios a las galerías y de ahí a los coleccionistas.
-Sólo se habla de Arco en invierno.
-Es verdad que es anual. Acapara la atención en febrero. Es buena señal porque así en esa semana se habla de arte contemporáneo, de la visibilidad de los artistas. No es poco. Como los Goya dan visibilidad al cine. Es estacional y esa es su grandeza. Este año sí hay algo más. En primavera, por primera vez, haremos un feria en Lisboa, con 45 galeristas. Es ahora, en mayo.
-¿Cabe hablar del perfil de los artistas?
-Un artista se ocupa del momento en que vivimos, de la crisis, de la transformación tecnológica, del cambio de siglo... Los artistas reflexionan sobre todo eso con vídeos, de forma directa, o de manera sutil con formas geométricas. Es un tiempo curioso.
-¿Curioso o furioso?
-Todavía no es furioso. No, no lo es. Es un mundo en transformación por muchas razones, sean tecnológicas, o por la situación económica y social, por la desaparición de los grandes bloques mundiales o por la aparición del terrorismo islámico. Vivimos una transformación que se verá poco a poco.
-Pacífica.
-Estamos en una revolución que durará una década y de momento es pacífica. Los constructivistas y los cubistas se hicieron eco de los cambios de su época y crearon una estética; ahora, lo mismo aunque la nueva estética no esté igualmente definida. No es lo mismo Asturias que China y EE UU.
-¿Hay un arte español o es ya todo global?
-Tenemos una tradición de arte. Una tradición estética que muchos artistas usan. Pero las carreras deben ser internacionales. Arte español, vasco o madrileño tiene que traducirse a una dimensión global y que se entienda en Latinoamérica o en Dubai.
-¿Es posible?
-Ser artista en la actualidad requiere mucho trabajo, hay que salir de casa para ir a los grandes centros mundiales.
