Mónica Cofiño es bailarina y organizadora de "eventos surruralistas", define. En cinco años le dio una vuelco a la forma de hacer e interpretar el arte. Lo hizo con distintos actos organizados fuera del circuito habitual. Con este tipo de festivales, performances y otros formatos artísticos ha conseguido asentarse bajo el epígrafe "La Xata la Rifa". Desde esta filosofía y financiándose con papeletas a dos euros, Mónica Cofiño llega ahora a la celebración de un lustro con una exposición de todo lo acontecido en "La Xata". La cita es este sábado, 20.30 horas) en la galería Decero de Oviedo (Calle Martínez Vigil, 8).

"La Xata la Rifa" es un paraguas, un laboratorio con diferentes manifestaciones artísticas y lo que celebramos es haber llegado a la quinta edición", dice a LA NUEVA ESPAÑA Cofiño. La idea es plasmar, viajar por "el túnel del tiempo" y revisar todo lo hecho hasta ahora: "Al ser siempre manifestaciones efímeras acciones, performances, construcciones varias, se trata de exponer todo este trabajo", matiza Cofiño, que añade: "Es una exposición de todo lo que se fue haciendo con un lenguaje y vida propia". Y también sus ciclos. Hay un cambio de sede de Llanes a Carbayín. El cambio es para "extender el evento", para "no pertenecer a un lugar; es el tren, el viaje, el nutrirse de otras historias". Y en esas historias, en ese arte, hay vacas, mares, el "fabada dance" o la performance marítima, y ahora con el enfoque "para la industria. Es como un árbol: el tren flotante, las vacas, los trabajos de fotografía. No había un catálogo, un librito". Y esto es lo que se plasmará en la exposición para hacer "un homenaje a los artistas vivos". Una exposición que está en la galería, el túnel de la galería. "Pero llegamos a la Calleja", matiza Cofiño.

Y como tal recorrido en la exposición estará la historia de "La Xata la Rifa" en sus diversos formatos: "Vídeo, atrezo, fotos, las papeletas, las motos, los vehículos. Algún elemento nuevo, también la impresión de fotos...", puntualiza esta licenciada en clásico-español por el Conservatorio de Danza de Madrid, además de diplomada en Turismo.

Dice Mónica Cofiño que este proyecto ha sido muy positivo: "En estos cinco años me dio mucha satisfacción y esto del sábado es un homenaje a todos los artistas que han pasado por 'La Xata'. Casi que es un acontecimiento para agradecer", matiza.

Explica Cofiño que todo esto comenzó "con unos textos, con la idea de salir de los mercados convencionales: miré al mundo rural y vi que se necesita espacio y que había praos y vacas; que el mundo del arte necesitaba salir del mercado, de la galería, del teatro... y a partir de los textos me acordé de la xata, de mi abuela. Y luego fui encontrando el lenguaje. Hay mucho potencial".

Efectivamente, el esfuerzo, la apuesta por esta otra vanguardia, ha tenido efecto en la sociedad, y un buen certificado de ello son los tacos de papeletas, de las que en estos años se vendieron "alrededor de 20.000. Y este año hay más venta, se ve más confianza. La gente ya lo entiende. Puedo hacer una tesis de mercado de las papeletas", bromea. Y así seguirá el modelo porque, apunta Cofiño, "ni la crisis, ni los políticos cambian".