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La Espuma De Las Horas

Watson, veterano de Afganistán

En Maiwand, una de las peores derrotas británicas, está el origen de la serie de novelas más famosa de Conan Doyle

La caída del 66.º en Maiwand.

Un 27 de julio como el del pasado miércoles, pero de 1880, el doctor Watson resultó herido en un hombro en la batalla de Maiwand, en Afganistán: se retiraría de la vida militar para instalarse en el 221 de Baker Street y compartir domicilio con Sherlock Holmes. En ese preciso instante comienza "Estudio en escarlata", la primera de las novelas del popular detective escrita por Arthur Conan Doyle hace ahora 130 años y que empezaría a publicarse meses más tarde, en noviembre de 1887, en la revista Beeton's Christmas Annual, con ilustraciones de David Henry Friston. Si son seguidores de Holmes y/o han leído la novela, dividida en dos partes, sabrán cómo discurre la trama: las memorias de Watson tras su regreso de la guerra, el hallazgo de un cadáver, la palabra Rache escrita con sangre en las paredes y como trasfondo la historia de los orígenes de la iglesia mormona.

Pero la peripecia de Watson en Maiwand podría arrojar por si sola suficientes dosis de suspense. El propio doctor narrador se asombra de la primera gran deducción de su compañero, el detective de Baker Street. "¿Cómo se encuentra usted? -me dijo Holmes cordialmente, estrechándome la mano con una fuerza que yo habría estado lejos de atribuirle-. Percibo que ha estado en Afganistán. ¿Cómo diablos lo sabe? , pregunté atónito." No tiene importancia, dice Holmes, sin embargo más adelante explica cómo ha reconocido en su colaborador a un médico militar que padeció penurias, enfermedades, por qué muestra un brazo izquierdo claramente lesionado y un rostro macilento consecuencia del dolor.

Maiwand fue una batalla crucial de la Segunda Guerra afgana de Gran Bretaña y también una de las peores derrotas jamás sufridas por su ejército. Muchos de los supervivientes de aquel desastre, inválidos y lisiados, fueron enviados a sus casas. Algunos barcos de regreso atracaban en Portsmouth, donde había establecido su consulta un joven médico llamado Arthur Conan Doyle que para mejorar sus ingresos empezaba entonces a escribir novelas de detectives. Entre los heridos de Maiwand se hallaba el comandante médico Alexander Francis Preston. Su experiencia en la guerra es tan estrechamente similar a la de Watson que todos creen que inspiró el personaje que habría de acompañar a Holmes en sus famosas investigaciones. "La campaña proporcionó honores y ascensos a muchos, pero a mí sólo me trajo desdichas y calamidades?". Watson se refiere a sus experiencias en Afganistán.

A la vuelta de dos siglos, las fuerzas británicas libran en el mismo terreno una guerra. En 1878 habían entrado allí para instaurar un régimen en la frontera con la India. Al principio las cosas fueron bien. El ejército británico-indio derrotó a los afganos y se firmó un tratado de concesión del derecho a comerciar con ellos. Londres envió un representante a Kabul. Pero, en septiembre de 1879, una turba de afganos atacó la casa del diplomático inglés, y él y su pequeña escolta militar fueron masacrados. La reacción no se hizo esperar. Otro ejército, esta vez comandado por el general Frederick Roberts, avanzó sobre Kabul, la ocupó y ordenó ahorcar a los cabecillas de la matanza. Los británicos repusieron el gobernador y nombraron otro en Kandahar, además desplegaron guarniciones en ambas ciudades. El regimiento 66º de Berkshire se ocupó de la última a principios de 1880. Con él viajaba el cirujano mayor Preston, que se había unido el servicio médico militar siete años antes, tras graduarse en el Trinity College de Dublín. Procedía de una familia irlandesa, aunque su madre era hija de un general británico.

En mayo de 1880, llegaron noticias de que Ayub Khan, gobernador de Herat, una región al oeste, estaba liderando un ejército de cerca de 8.000 hombres con el propósito de expulsar a los odiados invasores, deponer al gobernador de Kandahar y colocarse al frente de un emirato. Miles de miembros de la tribu y ghazis (guerreros santos) acudieron a la llamada. Hubo que esperar a julio para que una brigada al mando del general George Burrows partiese para interceptar a Ayub Khan. El grupo expedicionario lo formaban 2.500 soldados británicos e indios, más un número muy superior de afganos que enseguida empezarían a desertar. Ese verano las temperatura alcanzaban los 50 grados a la sombra. Los hombres, los caballos y hasta los camellos sufrieron terriblemente. Cuando los dos ejércitos se encontraron, el 27, cerca del pueblo de Maiwand, los británicos eran superados diez a uno en número y potencia de fuego. La artillería afgana golpeó sus líneas sin descanso y la caballería hizo el resto después de una carga desigual. Una bala atravesó la espalda de Preston. Burrows, en cuanto vio la batalla perdida, dio orden de replegarse. Pero un barranco se interponía entre ellos y la retirada. Muchos de los soldados cayeron por las laderas empinadas. Watson/Preston tuvo la suerte de poder contarlo. Y también Conan Doyle, que a partir de aquel desastre puedo alumbrar a sus personajes inmortales.

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