Insultos, amenazas o fotos y vídeos comprometidos son las armas de quienes acosan a través de Internet, parapetados tras una pantalla. Móvil en mano, cada vez más jóvenes se convierten en víctimas y verdugos del llamado "ciberbullying" (acoso a través de las tecnologías). El control parental resulta vital aunque, poco a poco, las redes sociales también toman conciencia del asunto.
Uno de cada cuatro casos de acoso escolar se produce a través del móvil y las redes sociales. En concreto, Whatsapp está presente en el 80 por ciento de los abusos. Estos datos del informe sobre ciberbullying presentado en septiembre por la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación Anar (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) se suman a otras investigaciones que muestran la magnitud del problema. Un estudio llevado a cabo en un instituto de Mieres por el psicólogo Joaquín González Cabrera revela que el 10 por ciento de los jóvenes acosa por Internet y el 15 es víctima de esta conducta. Las conclusiones son preocupantes y las medidas, en algunos casos, insuficientes.
Facebook se cura en salud e incorpora un "Centro de Prevención del Acoso" dentro del apartado de "Ayuda". El mes pasado lanzó esta nueva área que no es más que una guía en tono pedagógico dirigida a adolescentes, padres y educadores con el fin de evitar y tratar el acoso en Internet y las redes sociales. Dentro de este Centro de Seguridad también se expone cómo denunciar un posible abuso dentro de su plataforma. El botón de denuncia (en el desplegable de cada publicación de Facebook) es la forma de notificar una vejación. Este tipo de función la encontramos también en Instagram, Twitter o Youtube. Por su parte, Snapchat, la red social de más éxito entre los adolescentes, no está a la altura de sus competidores en prevención del ciberacoso. A la naturaleza efímera de sus publicaciones hay que sumar que sólo es posible denunciar un contenido abusivo a través de un formulario en inglés que resulta bastante farragoso. Sin embargo, el mayor suspenso en la materia lo encontramos en Whatsapp. El hecho de ser una red privada, la convierte en una vía de acoso silenciosa y difícil de detectar.
La educación y el control del uso que hacen los menores de Internet es, según la Policía, la mejor fórmula para prevenir el ciberacoso. Repasar el historial del navegador y sus redes sociales son algunas de las prácticas que deben realizar los padres. Aplicaciones como Qustodio facilitan la tarea de supervisar el teléfono móvil y Alertcops sirve para denunciar un posible acto delictivo. Esta última aplicación, desarrollada por el Ministerio del Interior, envía una alerta geolocalizada y abre un chat con la Policía o la Guardia Civil. Desde su lanzamiento, hace año y medio, ha registrado alrededor de 60 denuncias por acoso.
Mientras tanto, Whatsapp prepara actualización que nada tiene que ver con la prevención de abusos. Como novedad, "Whatsapp Status" ofrecerá la posibilidad de incluir en el estado fotos editadas con textos, dibujos o stickers. Al estilo Snapchat. Con esta maniobra Facebook (propietario de Whatsapp), dispone todas sus plataformas (Instagram incluída) contra el avance de la red social del fantasma.
