Crímenes que se resuelven por Avilés, Oviedo o Gijón; "investigadores" que siguen pistas en casos cuyos culpables son contrarios a las tesis asturianistas... Es la "novela criminal" en asturiano. Un género que ha estudiado muy bien el canario Javier Rivero Grandoso a lo largo de un año de investigación. En este tiempo ha elaborado un listado de veintiún obras, entre las que se incluyen "La muerte amiya de nueche" (1984), de Xuan Xosé Sánchez Vicente -la primera que se publicó- o "La ciudá encarnada", de Pablo Antón Marín Estrada.

Y sí, este autor autor habla de novela criminal, no de novela negra ni policíaca. Porque, como dijo Salvador Vázquez de Parga, "en lugar de hablar de novela policíaca que, aparte de su significado real o etimológico, es un término que se utiliza vulgarmente para designar la novela enigma, nos referimos a la novela criminal como un término más amplio que incluye además la novela negra y la novela de aventuras policíacas".

Con esta aclaración hecha, el profesor de la Universidad Complutense de Madrid elaboró una pequeña guía sobre la novela criminal asturiana comparándola con otras literaturas de España, como la gallega o la catalana. Por ejemplo, explicó que en este género literario en asturiano, hay un predominio del investigador ocasional -parece que los detectives profesionales chirrían en la región- o de unos culpables que pertenecen a clases poderosas.

Esta clase magistral, en forma de ponencia, tuvo lugar durante la tarde de la primera sesión de las XXXV "Xornaes Internacionales d'Estudiu", organizadas por la Academia de la Llingua, y que ayer se inauguraron en el salón de actos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Oviedo. Bajo el título "La aparición de la novela criminal en asturiano y su relación con las literaturas en la Península Ibérica", explicó los rasgos y de este género literario.

Aunque la narrativa criminal moderna nace con "Los crímenes de la calle Morgue" en 1841, no llega a la literatura española hasta el primer tercio del siglo XX, con "La gota de sangre" de Emilia Pardo Bazán. Durante bastante tiempo fue abordaba con "excesiva parodia. Pocas obras trataban seriamente el género", dijo Rivero. Se la desmerecía por ser popular. Además, la dictadura y el censura echaban el freno.

Los policías, mal vistos

Con la transición, hubo un apogeo de novelas criminales entre autores catalanes como Francisco González Ledesma o Andreu Martín. Manuel Vázquez Montalbán y Eduardo Mendoza son ejemplos del discurso contracultural. Era la "era del desencanto". "Cultivan el género, pero no hay un policía protagonista porque todavía está vinculado al sistema", explicó Rivero.

En Asturias fue aún más tardía. El primer libro fue "La muerte amiya de nueche", de Xuan Xosé Sánchez Vicente, en 1984. Una novela que coincidió temporalmente con la primera de la literatura gallega: "Crime en Compostela", de Carlos G. Reigosa, tal y como explicó Rivero, que opina que es importante que este género se implante en lenguas minoritarias, ya que ayudan a la normalización lingüística. Rivero dividió a la novela criminal de la literatura asturiana en tres periodos. El primero abarca de 1984 a 1991. "Son muy breves, con estructura clara de novela estadounidense, ligada al periodo del desencanto", explicó. Un ejemplo es "L'aire de les castañes", de Vicente García Oliva, que trata de un homicidio de un homosexual. Las novelas tenían entonces un fuerte sentido crítico.

El siguiente periodo abarca de 1992 a 2007. Entonces, se publica tanto que los lectores se empachan y el género sufre un frenazo. Los autores en Asturias experimentan con la escritura. El tercero va de 2008 al 2015. Un ejemplo es "Sol Reló" de Nicolás V. Bandio. Vuelve a haber un apogeo por esta novela, sobre todo a raíz de la saga "Millenium".

Sin mujeres

Vivero recordó una obviedad para los asistentes al acto: no había ninguna autora en la lista. No aparecen investigadoras. Ni siquiera entre los acompañantes de los investigadores.

Algunas de estas novelas transcurren en ciudades como Gijón, Avilés y Oviedo, o en espacios rurales que son bonitos pero se muestran como duros por la situación climática. Entre la temática, hay una gran variedad, como la corrupción, la homofobia o la defensa del asturianismo. Eso sí, Rivero considera que el premio "Xosefa Xovellanos" demuestra que este género tiene un buen posicionamiento dentro de la literatura en asturiano, ya que uno de cada seis premiados había escrito novela criminal."Creo que estamos ante un género de mucha posibilidad", afirmó Rivero. Porque, según dijo, estos temas hablan de problemas globales.

Este estudio se publicará en la próxima edición de la revista "Lletres Asturianes". Precisamente, Ana María Cano, presidenta de la Academia de la Llingua Asturiana, presentó ayer la edición 115 de esta revista. Por su parte, Carlos Lastra presentó la edición número seis de la digital "Ciencies. Cartafueyos Asturianos de Ciencia y Teunoloxía".