El pintor tapiego Miguel Galano está en el Museo Thyssen de Madrid. No fue una de sus pinturas, pero sí la esencia de su obra plasmada en palabras, la que fue presentada en forma de libro en el museo madrileño por el prestigioso crítico de Arte, Juan Manuel Bonet, que ha dedicado todo un volumen al artista asturiano, editado por Hércules Astur Ediciones. Ante más de un centenar de personas, entre los que se encontraban otros artistas como Hugo Fontela o Ángel Guache, Galano y Bonet, acompañados por el crítico Enrique Andrés Ruiz y el director artístico del Thyssen-Bornemisza, Guillermo Solana, charlaron sobre la vida y otra del pintor de Tapia de Casariego.

Otro artista asturiano, Cuco Suárez, gran amigo de Galano, comentó hace un tiempo que "a Miguel le cuesta cruzar Pajares". Ahora lo ha hecho para situar su obra, aunque sea en forma de libro, a escasos metros del cuadro "Gansos en un huerto" de su venerado Edvard Munch. "Es casi un milagro que estemos aquí presentando este libro. Me quedo sin palabras. Me siento muy arropado. No puede ser mejor el marco ni mejor la compañía", indicó.

No es habitual que un artista vivo sea objeto de una monografía de estas dimensiones. Galano parece sentirse abrumado: "Es una extrañeza que te lleva a mirar atrás. Tienes que hacer un esfuerzo recopilatorio que te lleva a darle muchas vueltas al tiempo y a hacerte preguntas que no tienen respuesta. Lo concerniente al mundo del Arte tiene que ver más con las preguntas que con las respuestas. Por eso esa revisión de imágenes te mantienen la duda que hay que aceptarla como tal".

Unas dudas que afloran sobre todo la hora de definir con sus palabras su pintura: "Es muy difícil que pueda definir mi propia obra. Quizá sea una obra a contratiempo, alejada de las modas y las tendencias, construida con muy pocos elementos. Me gusta pensar que mi pintura es muda, que no cuenta cosas, pero que sí tiene la capacidad de llegar y de fascinar".

Rodeado de obras de Renoir, Dalí, Monet o Cézanne que cuelgan en lo muros del Thyssen, Galano se encuentra encantado: "Soy como una esponja. Bebo de muchos autores pero tengo especial predilección por una estirpe de pintores que están cerca del sufrimiento, de esa pintura que respira dolor. La lista sería muy larga pero me quedo con Edvard Munch, un autor, como diría mi amigo Cuco Suárez, de Champions".

Juan Manuel Bonet, autor de las más de doscientas páginas que completan el volumen, sitúa a Galano en la cumbre de la creación plástica española: "Miguel Galano, como quien no quiere la cosa, se ha convertido en uno de nuestros grandes. Es un pintor atípico, que como está fuera del canon y de la norma, además de que la pintura no está de moda, le cuesta darse a conocer, pero cada vez se le reconoce más como una voz muy potente, muy clara y muy nítida, una voz muy lírica y septentrional, una voz en grises y en azules, una voz del mar, de esas casas que pinta como nadie. Una voz de su tierra, de una región que nace desde su Asturias y viaja a Budapest, Cracovia o Cartagena de Indias".