Oviedo, Andrea G. TORRES

La Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA) apostó por el joven pianista asturiano Juan Andrés Barahona ayer en el programa "Orígenes y Rusia esencial" que ofreció en el Auditorio de Oviedo. El Concierto nº. 2 para piano de Prokofiev que el asturiano eligió para su puesta de largo con la agrupación sinfónica, junto a la que ya había actuado anteriormente, es una obra muy ambiciosa desde el punto de vista técnico, pero de gran expresividad.

La segunda parte estuvo destinada a la Sinfonía nº. 4 de Beethoven, una obra más familiar al oído de los asistentes, que condicionó la calurosa acogida. En esta sinfonía, la orquesta pudo recrearse especialmente en el segundo movimiento.

El director invitado David Lockington, otro artista muy conocido por los profesores de la sinfónica asturiana, se hizo cargo de este programa. Ofreció una visión de ambas obras muy refinada, con tintes dramáticos en Prokofiev, y más elegante en lo que a la melodía de Beethoven se refiere. David Lockington presentó una obra compuesta por él mismo titulada "Ceremonial Fantasy y Fanfare", muy efectista y que funcionó muy bien con el público. La orquesta también respondió con solidez.

Pero el concierto tuvo como real protagonista al joven Juan Andrés Barahona, que en todo momento contó con la complicidad del público, que le aplaudió constantemente.