La escritora Carmen Gómez Ojea presentó ayer en Oviedo una recopilación de sus artículos en LA NUEVA ESPAÑA, publicados bajo el epígrafe "Mezclilla". En el acto se definió así: "Yo soy una cazadora de historias. Voy al supermercado y pongo la oreja. Y oigo cosas increíbles. La gente dice cosas fabulosas. El otro día había dos mujeres. Una decía: 'Belarmino es insoportable, no hay quién lo aguante'. Y va y le dice la otra: '¡Envenénalu!' ".

Las "mezclillas" son artículos "salvajes" y su autora es siempre atrevida: "Sí, soy una atrevida, una veces me rompo la cara y otras el corazón, pero soy así". Gómez Ojea estuvo acompañada en la presentación -celebrada en la Biblioteca de La Granja del Campo San Francisco- por la profesora y estudiosa de su obra Pilar Cartón y por Begoña Sánchez, presidenta de la Asociación Feminista de Asturias, que ha editado esta recopilación de 66 artículos periodísticos de la escritora gijonesa y que componen el número doce de los "Cuadernos feministas". Gómez Ojea reconoció que "robó" el nombre de su sección a una obra de Clarín y fue desgranando alguno de los temas que a lo largo de los años, y semana a semana, ha ido tocando en LA NUEVA ESPAÑA. Una de las partes del libro está dedicada, por ejemplo, al amor por la palabra de esta escritora gijonesa -"Decid mejor que soy playa, que no es lo mismo que gijonesa"- que pronto se convirtió en una "comelibros". En buena medida gracias a su abuela, que cada noche le regalaba una palabra nueva, tal y como la niña pedía. En el colegio andaba siempre "con un diccionario pulga metido en la faltriquera". Metía el dedo, marcaba una palabra al azar y a partir de ella empezaba a escribir un cuento. Un día lo enseñó a las compañeras, también a la profesora -la señorita Juanita- y el resultado fue que tuvo que copiar mil veces: "No tengo que desperdiciar tontamente ni mi tiempo ni mi cuaderno". Ése fue, dijo ayer, su "entrada triunfal en el mundo de la literatura". En las "mezclillas" habla de palabras, hace una "defensa a ultranza de lo diferente y lo marginal", dijo Pilar Cartón, y, por supuesto, de la mujer. O, dicho como ayer lo dijo Gómez Ojea, ataca a "la bestia machista".