Payasos en el hospital, la obra que aterriza hoy en esta sección es más que un libro, es la historia de un remedio que se aplica en ciertos hospitales -todos los que lo soliciten- y que se adquiere sin receta. No tiene un epílogo, sino un prospecto que es clarísimo en su apartado "indicaciones", donde señala que está "especialmente indicado como asustaangustias, auyentatristeza y como antídoto contra el miedo a la enfermedad". No se puede pedir más y quien ha estado en la planta de pediatría de un centro hospitalario y se ha asomado a los ojos de un niño enfermo, lo sabe bien, pues debajo de esa mirada triste hay un mundo de colores intentando abrirse paso, porque lo único que pretende un niño es jugar y eso es lo que se propone cada día la Asociación Clowntigo Payasos de Hospital, que para los pequeños que atraviesan una situación tan complicada como un ingreso en un centro sanitario, a veces durante prolongados periodos de tiempo, no sea una travesía en el desierto, ni para ellos ni para sus familias, y que no se olviden de sonreír ni de jugar por mucho que echen de menos sus juguetes, su habitación, su casa, su parque, su mundo hasta entonces.

Este libro, editado por la asturiana Pintar-Pintar, está escrito desde la experiencia, pues el autor del texto, Francisco García-Bernardo Llaneza, forma parte del elenco de payasos que anima habitaciones y pasillos de hospitales con el nombre de Pachucho, protagonista de este cuento junto a su inseparable Tiritina. La obra está ilustrada por Francisco Pimiango, profesor de filosofía, apasionado del pincel y la enseñanza que borda un proyecto que parece hecho a su medida.

Si todavía te queda alguna duda sobre esta obra, recuerda que con su compra contribuyes a apoyar la labor de esta increíble asociación y que ya lo dice su prospecto: "Contraindicaciones: ¿Contra quééééééééé?".