Los frescos de la iglesia de Santullano, en Oviedo, ocupan hoy aproximadamente el 50% del interior del templo. Hace mil doscientos años recubrían sus paredes por entero. En gris-azul, ocre-amarillo, rojo carmesí y negro humo, todos ellos presentes en la pintura romana, aquel despliegue de colores era un esplendoroso reflejo del poder del rey que mandó construir el templo, Alfonso II. Pocos entraban en aquella iglesia sin sentirse deslumbrados. Era lo nunca visto.

¿Es posible recuperar esa sensación, volver a ese instante primigenio? Sí. Las técnicas digitales de ilustración y, en especial, la tecnología de la realidad virtual, dado su carácter de experiencia inmersiva, permiten a los hombres del siglo XXI viajar hasta el siglo IX y sumergirse en la reconstrucción más fidedigna del estado que presentaba el interior de Santullano en cuanto los artesanos dieron por terminado su trabajo y retiraron los andamios.

Esa reconstrucción digital en realidad virtual de los frescos prerrománicos es el plato fuerte de "Santullano, viaje al siglo IX", la exposición que LA NUEVA ESPAÑA abre este sábado, 3 de junio, en la sede del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) con motivo del 80.º aniversario del diario. Juan Ferreira y Santiago Cuesta, infógrafos del periódico, reconstruyeron minuciosamente, y siguiendo los planos y dibujos de acreditados especialistas como Magín Berenguer o Lorenzo Arias, el estado que presentaban los frescos en el momento de su inauguración. Y ahora, en el set central de la muestra, los visitantes que se acerquen ya desde el sábado a la sede del RIDEA (plaza Porlier, Oviedo) podrán "entrar" en este nuevo Santullano gracias a las gafas de visión en realidad virtual o, si lo prefieren, disfrutar de una visión en 360 grados del interior "original" de Santullano en la pantalla de una tablet.

"Santullano, viaje al siglo IX" es una exposición de LA NUEVA ESPAÑA patrocinada por la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo, el Banco Sabadell, la Fundación EDP, la Consejería de Educación y Cultura del Principado de Asturias y Telecable. Pero no sólo se limita a mostrar los colores originales de los frescos -la mayor muestra de pintura altomedieval de Europa-, la experiencia inmersiva es total: el visitante podrá conocer qué se olía, escuchaba y tocaba en aquellos tiempos de la monarquía asturiana. Es decir, cuál era la música que se interpretaba en el interior de los templos, cómo olía Santullano recién terminados los frescos, qué texturas tenían los ropajes del rey Alfonso o de sus nobles... Es, en definitiva, el Prerrománico asturiano como nunca se había visto hasta ahora. Una nueva manera de poner en valor el patrimonio histórico-artístico más valioso y representativo de Asturias.