La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Beriso", en busca de las explotaciones y los mineros de Asturias antes de los romanos

Un proyecto de la Fundación Valdés Salas redactado por Ángel Villa inicia mañana unas excavaciones en el castro de Pena Aguda, en Boinás

El castro de Pena Aguda, donde mañana comienzan las excavaciones.

El proyecto "Beriso", que es una propuesta para el estudio y fomento del patrimonio arqueo- minero de Salas y Belmonte de Miranda, se pone mañana en marcha. Un proyecto de excavaciones plurianual que se ocupará de la exploración de tres castros: el de Pena Aguda (Boinás), que es el que inaugura los trabajos; el castro de Alava y el castro de la Pena del Culladón, en Salas.

Es "un proyecto con una gran dimensión científica. No es una ocurrencia para dar un campanazo. Es una iniciativa recogida, desarrollada y justificada por los académicos", explica Joaquín Lorences, vicepresidente de la Fundación Valdés Salas, entidad impulsora del proyecto "Beriso".

El catedrático de Prehistoria de la Universidad de Oviedo Miguel Ángel de Blas explica por qué el nombre de "Beriso": "Es un castello, una identidad de población histórica. Uno de los primeros nombres que conocemos en Asturias". Para, a continuación, desvelar un detalle muy significativo: "Aparece en una lápida de un chaval que murió con 15 años y era de "Beriso". Una lápida del siglo I, hace dos mil años".

En el proyecto se cita la procedencia con la inscripción funeraria Flavs Cabarco, en Ablaneda; también la de Bodocena, en Villaverde (Belmonte de Miranda). "Este joven era del castello de Beriso. Es decir, había una entidad de población que tiene nombre propio y tenía que estar en esta zona", precisa el catedrático.

Sin embargo, añade el profesor De Blas, la historia comienza antes de los romanos. "Tiempo atrás, Ángel Villa Valdés, director del proyecto, y su equipo ya descubrieron que había actividad minera subterránea con sistema de galería y entibación de madera. Y con eso se puede establecer como fecha tres siglos mínimo antes de nuestra era. Es decir, antes de los romanos, con lo que se podía defender que la minería subterránea ya existía". Matiza el profesor que a "200 metros hay un pequeño promontorio que es Pena Aguda. Y ahí es donde se va a producir el trabajo de excavación. Sabemos que hubo actividad antes y después de los romanos. Ese lugar es ahora un espacio amorfo, pero empezamos a percibir formas. Tiene pinta de ser un asentamiento". Con lo que, deduce el catedrático, existe la probabilidad de que hayan existido murallas y, sobre todo, que haya un recinto. La pregunta es ¿qué es ese recinto? ¿Tiene que ver con la minería, con la minería más antigua o con todas?

Y añade que hay que detallar la cronología: "Antigüedad o si era un espacio de poder que controlaba todo o el núcleo social o político por lo que está dominando ese espacio".

Finalmente, explica el profesor del departamento de Prehistoria que "desde distintos sectores vamos a ver cómo era esa estructura. El objetivo es convertir esa colina en un recinto histórico. E intentaremos establecer que allí pasaban una serie de cosas, establecer qué relación tenía con la minería y buscar el paisaje minero. Ver qué poblado es y desde cuándo a hasta cuándo duró y, por tanto, la identidad física. Nos tenemos que conformar con lo que aporte el yacimiento", que viene detallado y situado geográficamente en el estudio teórico presentando: "El castro de Pena Aguda se alza en el centro del gran complejo minero de El Valle-Boinás, en el concejo de Belmonte de Miranda, que durante la Edad del Hierro y, al menos, durante el primer siglo de la era fue objeto de intenso beneficio. Con una altitud máxima ligeramente superior a 500 metros, el recinto principal se extiende sobre la cima amesetada de la colina y un perímetro de traza triangular. Hacia el Norte y el Sur está delimitado por abruptas pendientes que rompen en acantilados verticales hacia Oriente".

Tal como se plasma en el proyecto, hay toda una historia detrás del lugar a partir del "auge de la actividad minera que se conoció en la Asturias trasmontana durante los primeros siglos de la era y debe su impulso a la iniciativa estatal romana, si bien favorecida para su temprana puesta en marcha por el conocimiento que las comunidades indígenas poseían de sus recursos y de los procedimientos para su beneficio durante la Edad del Hierro. Los datos arqueológicos confirman la continuidad espacial de esta actividad como reflejo de la inmediata integración de la población local, portadora de un bagaje tecnológico secular, en el sistema productivo imperial (?)". El informe añade el proceso de estudios arqueológicos avanzados en los últimos tiempos, por lo que "se presentan de esta forma circunstancias extremadamente favorables para que con una modesta intervención puedan plantearse objetivos muy precisos, de ejecución factible en un plazo temporal limitado y con un alto potencial científico". Y expone el proceso para conseguir el objetivo: "Se propone la exploración arqueológica, con elaboración de imágenes Lidar, realización de sondeos, tomas de muestras orgánicas y prospección geofísica del castro de Pena Aguda en Boinás". Y los primeros resultados que se quieren obtener son para "determinar si este poblado, fortificado con fosos y cerca, fue contemporáneo de las explotaciones auríferas, si en él se asentaba la población minera en época romana y si sus habitantes practicaron la metalúrgica con los metales preciosos obtenidos en la zona".

Joaquín Lorences, director del aula de Extensión Universitaria Valdés Salas, añade un dato muy interesante, como lo es la falta de estudios sobre el escenario: "Nunca fueron explorados ni investigados ninguno de los castros del proyecto, siempre se dio prioridad al estudio de las explotaciones".

Este proyecto de la Fundación Valdés Salas ha implicado a diversas instituciones y empresas. Así pues, colaboran el Ayuntamiento de Belmonte, el departamento de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Oviedo, representado por el catedrático Miguel Ángel de Blas Cortina, que es a su vez el responsable científico del proyecto y patrono de honor de la Fundación, además del Museo Arqueológico, con Ángel Villa como redactor y codirector de la excavación, junto al arqueólogo profesional Rubén Montes. También intervendrá un equipo de arqueólogos de la Universidad alemana de Marbug, entre otros expertos.

El proyecto "Beriso" está incluido en el proyecto "Corus" del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC). El patrocinio, es decir, la financiación económica, es al cincuenta por ciento de la Fundación Valdés Salas con el porcentaje restante a cargo de Orovalle Minerals, S. L. y la forestal La Salense, S. L.

Compartir el artículo

stats