El gran blockbuster del verano viene de China. "Wolf Warrior II", dirigida y protagonizada por la estrella de las artes marciales Wu Jing, ha recaudado 682 millones de dóllares (581 millones de euros, al cambio actual) desde su estreno el pasado 28 de julio. Un taquillazo cimentado en su fenomenal éxito en la propia China, donde ha cosechado el 99% de su recaudación.

De no ser de factura oriental, la película recibiría la etiqueta de "americanada". El protagonista es un genuino mádelman, un héroe de acción que se desplaza a tierras africanas para salvar a un grupo de compatriotas, en medio de una revuelta en el país. Una aventura de corte militarista que ha encandilado a los chinos y, al tiempo, convencido a las grandes productoras que el gigante asiático es el gran mercado emergente del séptimo arte.

En términos globales, el filme es ya el octavo más taquillero del año tras siete producciones norteamericanas. Sólo la superan, por orden de recaudación: "La bella y la Bestia", "A todo gas 8", "Gru 3", "Guardianes de la Galaxia vol. 2", "Piratas del Caribe: la venganza de Salazar" y "Spider-man: Homecoming", todas ellas con un mayor período de permanencia en las pantallas y, también, con un mayor equilibrio de sus ingresos en la taquilla internacional. De hecho, "Wolf Warrior II" es la sexta película con más recaudación en un único territorio en la historia, y confirma la fortaleza del mercado chino, que va camino de desbancar al norteamericano como el más importante a nivel global.

Prueba de esta preeminencia es el incremento de superproducciones "Made in Hollywood" que buscan penetrar en ese mercado con personajes o guiños en el guión. Un caso paradigmático es el de "Iron Man 3", que se estrenó en China con tres breves escenas adicionales en las que se veía como un médico del país operaba a Tony Stark para retirarle los fragmentos de metralla del corazón, una maniobra que le reportó a la Disney más de cien millones de euros de recaudación en el gigante asiático.

El poderío del mercado chino ha llevado a las productoras norteamericanas a sellar alianzas con compañías del país para poder estrenar sin trabas sus películas en tierras de Confucio, ya que el gobierno chino impone rigurosas medidas proteccionistas que limitan a apenas 34 el número máximo de filmes foráneos que se pueden estrenar cada año.

Pero estas restricciones no impiden que la influencia del cine norteamericano se deje notar en la industria china. Sin ir más lejos, "Wolf Warrior II", secuela de un filme que "apenas" recaudó 80 millones de dólares tras su estreno en 2015, debe gran parte de su éxito a una factura plenamente norteamericana, que se refleja en un diseño de producción en el que actuaron como asesores los hermanos Joe y Anthony Russo (responsables de las dos últimas películas del Capitán América y seleccionados por Marvel para sustituir a Joss Whedon al frente de Los Vengadores) y en un reparto cuyo villano es otro actor implicado con la "casa de las ideas": Frank Grillo.