El eclipse pudo verse parcialmente en nuestro país a partir de las nueve menos cuarto de la noche, a escasos minutos de la puesta de Sol. El noroeste de la Península y el archipiélago canario fueron los puntos en los que más oscuridad se alcanzó. Pero fue poca. Los más afortunados pudieron ver el Sol con la forma del icónico "yelmo de Mambrino" con el que se tocaba Don Quijote. Es decir, la Luna sólo "mordía" una porción del sol. El fenómeno astronómico solo se vio parcialmente desde Asturias.

El eclipse, desde gijón

La imagen está tomada desde Fomento, con las chimeneas de Aboño en primer término

Foto: ÁNGEL GONZÁLEZ

Foto: ÁNGEL GONZÁLEZ

Cada año, explica David Lago (un físico e investigador universitario asturiano y uno de los fundadores de la asociación "Cielos Despejados"), se producen entre uno y dos eclipses, que bien pueden ser solares o lunares. En el caso de estos últimos, es la Tierra la que se interpone entre el Sol y la Luna generando un cono de sombra que oscurece al satélite. Sin embargo, no todos son tan visibles como el de EE UU. "El que hubo hoy (por ayer) recuerda mucho a otro eclipse que pude ver el pasado año en Madagascar. Pero no tuvo la misma repercusión mediática, no fue lo mismo que si atravesase EE UU", comenta Lago.