El encuentro fortuito del vigoroso Golaud, hijo del potentado Arkel, con una joven misteriosa, de oscuro pasado, marcará su destino y el de toda su familia. La mujer, Melisande, aparece en el bosque, como una nifa, aferrada a un peluche que, al final de la escena, abandonará. Se acabó la inocencia, también la paz. En su periplo posterior encontrará el amor, pero no en los brazos del bravo Golaud, que la desposa de inmediato, sino en los de su hermanastro: el joven Peleas, ingenuo y delicado, hermoso. El amor entre ellos crece en igual medida que los celos en Golaud, convertido en espía, en maltratado, en verdugo. Y una noche, al abrigo de ese claro de luna que Debussy había glorificado con su poema, todo explota: el amor, la muerte, la locura, la culpa. Bienvenidos a "Peleas y Melisande" ("Pelléas et Mélisande").

Parece increíble, pero la de esta tarde-noche (19.00 horas) será la primera representación en la ópera de Oviedo de la única ópera concluida por Claude Debussy. Tras su exitoso estreno, en 1902, tratará de componer una segunda, a partir de "La caída de la casa Usher", de Edgar Allan Poe. No la cerró y, a modo de excusa, dejaría una pregunta retórica: "¿qué se puede escribir después de 'Peleas'?". Para muchos, el siglo XX, al menos en el ámbito de la lírica, comienza con esta obra.

Tan revolucionaria como hermosa, "Peleas y Melisande" prescinde de arias, arrincona al coro y se entrega a un declamatorio continuo, con dúos plenos de fuerza y escenas intimistas. Su vigencia queda reforzada en el montaje de René Koering, que profundiza en la singular narrativa de la ópera, conectándola con la cinematográfica: La primera escena es en realidad la última, convirtiendo toda la ópera en un gran "flash-back" y reforzando ese halo trágico que rodea a la historia de Melisande, Peleas y Golaud.

Los personajes

Golaud

Paul Gay

De imponente presencia escénica, el bajo-barítono francés Paul Gay convierte a su Golaud en un personaje turbador, avasallador, dominado por ocasionales arrebatos de ira y presa de los celos. Su fuerza sirve de contrapeso a la inicial fragilidad de Peleas, pero cuando el personaje cobra auténtico protagonismo es en ese trágico, desgarrador, tramo final de la ópera.

Peleas

Edward nelson

El barítono norteamericano Edward Nelson interpreta a Peleas, el hermanastro de Golaud, que siente una irresistible atracción por su cuñada, la misteriosa Melisande. Nelson, que ya interpretó este rol en un exitoso montaje de la ópera de Debussy estrenada la pasada primavera en Oslo, dota a su personaje de un aura melancólico. Su versatilidad y su voz atenorada le permiten plasmar de manera ejemplar la evolución de Peleas, joven inocente al que sus sentimientos por Melisande harán madurar.

Melisande

Anne-Catherine gillet

La misteriosa Melisande es el vértice del triángulo amoroso de esta ópera singular. Su aparición en la vida de Golaud y Peleas fractura la relación entre los dos hermanos. Pero ella también sufrirá, acaso más que nadie, dividida entre la lealtad debida a Golaud y su atracción por Peleas. La soprano belga Anne-Catherine Gillet encarna a Melisande, un rol que ya interpretó en otras producciones.

Ficha técnica

Peleas y Melisande

Dirección musical: Yves Abel

Dirección de escena y vestuario: René Koering

Diseño de escenografía: Virgile Koering

Diseño de iluminación:

Patrick Méeüs

Dirección del coro:

Elena Mitrevska

Producción de la Ópera de Oviedo procedente de la Opéra Nice Côte d´Azur

Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias

Coro de la Ópera de Oviedo

Teatro Campoamor, 19.00 horas