Se acerca el día de San Valentín. Y, para tristeza de sus fans y alborozo de sus detractores, llega el punto final a la adaptación cinematográfica de la trilogía de E.L. James con Cincuenta sombras liberadas.El argumento se cuenta rápido: el magnate amante de las emociones fuertes llamado Christian Grey y su amada esposa Anastasia Steele viven felices y comiendo perdices (por algo nadan en dinero) en una vida de lujo y amor sin fin tras una superboda con la que la gran pantalla se engalana a tope. Oh, qué bonito es el amor. Tienen que afrontar las circunstancias de una convivencia en apariencia más tranquila pero...

Pero las sombras del pasado se niegan a esfumarse por completo y los recién casados empiezan a toparse con nubarrones en el horizonte que perturban su dicha y su gozo. Y es que el antiguo jefe de Anastasia, acosador impenitente, se entromete para dar a la historia un giro de "thriller". Hay paternidades, tormentas de pareja, reconciliaciones y mucha miel con algo de hiel. Y sexo de vez en cuando.

Dakota Johnson y Jamie Dornan retoman sus papeles como Anastasia y Christian. Rita Ora vuelve a hacer de hermana de Grey y Kim Basinger repite su trabajo como Elena Lincoln, la mujer que introdujo al millonario en los placeres extremos cuando era un jovencito.