Las fórmulas para encontrar pareja han ido cambiando con los años y sobre todo con la llegada de las nuevas tecnologías. Cada vez la gente sale menos a los bares, pero ¿para qué hacerlo si hay aplicaciones como Tinder en las que se puede encontrar a una persona afín? Según Nayara Malnero, no hay diferencias entre conocerse a través de una red social, en la calle o en un bar. Así que para quienes son reacios a probar suerte a través de estas aplicaciones, la sexóloga gijonesa le quita hierro al asunto y concreta que "lo importante es saber lo que uno quiere y lo que busca. Todo depende de uno mismo". Eso sí, no hay que olvidar que con este tipo de aplicaciones también puede llevarse el batazaco de su vida, y es que hay gente que utiliza fotos falsas o que pinta un currículum que nada tiene que ver con la realidad. En Tinder es raro encontrar a alguien que no asegure que hace deportes de riesgo, escale el Everest o bucee con ballenas. Quizás lo más difícil sea enamorarse de verdad.