Cuatro científicas parten rumbo a la Antártida para aprender sobre los efectos que tiene el cambio climático con la idea de desarrollar proyectos, así como para visibilizar a las mujeres científicas e impulsar su importancia a la hora de combatir el cambio climático.

"Queremos que nuestras voces sean escuchadas", señala Alicia Pérez Porro, bióloga marina y una de las participantes de este equipo, el #AccionaTeam. "La lucha contra el cambio climático no puede prescindir del 50% de la población, de las mujeres", indica. Tres de las cuatro científicas que viajarán al continente helado presentaron el pasado martes en rueda de prensa la expedición.

Las investigadoras -tres españolas y una francesa-, que representan a España gracias al patrocinio de Acciona, forman parte de Homeward Bound Project, una iniciativa de liderazgo y empoderamiento para mujeres en el ámbito científico y tecnológico de la que forma parte un equipo internacional de 80 mujeres.

Tras un año de trabajo, el cuarteto de expertas emprende su viaje al continente helado esta semana, donde permanecerán tres semanas observando de primera mano los efectos del cambio climático, aprendiendo y compartiendo sus avances en este campo con otras 76 científicas que también participan en Homeward Bound.

La idea, tal y como afirma la investigadora especializada en producción de biocombustible en algas verdes Alexandra Dubini, también participante del #AccionaTeam, no es realizar investigación 'in situ' durante la expedición, sino visitar estaciones científicas de China, Rusia, Reino Unido, Argentina y Estados Unidos para "aprender las unas de las otras", elaborar más tarde un plan de acción y desarrollar proyectos futuros, así como integrarse en equipos de investigación tradicionalmente liderados por hombres.

"No estamos bien representadas en la toma de decisiones", lamenta Pérez Porro. Para ello, durante un año, este equipo ha mantenido reuniones mensuales donde recibieron formación en liderazgo, estrategia y visibilidad.

Aunque esta expedición integrada exclusivamente por mujeres está rodeada de "una fuerte carga simbólica", el objetivo final es "cambiar el imaginario colectivo" que se tiene sobre las científicas, con el fin de que se entienda que las mujeres pueden "llegar a cualquier parte", según indica Pérez Porro.

La investigadora sostiene que está demostrado que son más "eficientes" los equipos integrados equitativamente entre hombres y mujeres, por lo que de este modo, creen firmemente que "la solución al cambio climático puede estar en la inclusión de la mujer". "Queremos que nuestras voces sean escuchadas, tenemos mucho que aportar", insiste la experta. "Además, podemos dar un nuevo punto de vista", agrega Dubini.

Las tres científicas que han estado presentes en el acto están de acuerdo en señalar en que la brecha de género en el ámbito de la ciencia es "muy grande". "No se les potencia el interés en carreras STEM ñCiencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglésí", dice Uxúa López, ingeniera de telecomunicaciones y experta en energías renovables, que critica que a las chicas se les diga "qué guapa estás" y a ellos "qué listo eres". Otro de los motivos de esta brecha de género para López es la maternidad, a su juicio, "penalizada socialmente".

Preguntadas sobre si alguna vez han sentido discriminación por ser científicas, las tres también coinciden en que, "en general, la discriminación laboral es bastante sutil" en el mundo científico, pero cada una tiene una "percepción diferente" por el contexto y las circunstancias que han vivido. Por ejemplo, Dubini tuvo "suerte" de no experimentarla porque ha tenido una jefa, si bien indica que una vez la confundieron con la 'canguro' por el hecho de ser mujer.

En este sentido, la vestimenta femenina e incluso llevar maquillaje influyen a la hora de pensar que una mujer no se dedica a la ciencia y la investigación. "Alguna vez me han dicho: no pareces científica", apunta por su parte Pérez Porro, que defiende que la feminidad puede "compaginarse" con ser científica y eso se demuestra dando una "supercharla" sobre su trabajo. "Todas hemos sufrido discriminación en nuestras carnes", resume.

El equipo español -en el que también participa Ana Payo, que ya inició la andadura rumbo a la Antártida- trabaja concretamente en el cambio climático y en su impacto sobre la mujer, pero tiene también otro objetivo. "Nos gustaría que el mensaje fuera que la ciencia española es buena, pero nos falta apoyo", subraya Porro.