Un siglo después de haber perdido la vida en la batalla de Verdún, un soldado francés obtuvo este miércoles un entierro apropiado después de haber sido identificado por muestras de ADN.

"Este día es excepcional", dijo, conmovido, el nieto del sargento Fournier, Robert Allard, de 75 años.

El sargento Claude Fournier es el primer soldado francés muerto en la Primera Guerra Mundial en ser identificado por análisis de ADN.

Sus restos fueron hallados en mayo de 2015, junto a otros cadáveres, durante obras de construcción en el monumento conmemorativo de Douaumont, que contiene los restos de los soldados que murieron durante la batalla de 10 meses que opuso a las fuerzas francesas y alemanas.

Gracias a una placa de identificación militar y "una serie de pequeñas circunstancias milagrosas", el doctor Bruno Frémont, médico forense en Verdún; Jean-Paul Malatier, alcalde de Colombier-en-Brionnais (centro); y asociaciones de veteranos lograron encontrar a uno de sus descendientes, Allard.

"Hemos entregado su nombre a un soldado francés y a través de él a todos los soldados que lucharon aquí, que dieron sus vidas con valentía", dijo el nieto de Fournier en la ceremonia de este miércoles.

Allard tuvo "un pensamiento para (su) madre", Antoinette, que tenía solo 6 años cuando su padre murió en la batalla de Verdún, el 4 de agosto de 1916 a la edad de 35 años, y que nunca supo dónde estaba enterrado su padre.

Cerca de 200 personas, incluyendo autoridades civiles y militares, participaron en la ceremonia.