"Todos mis goles se los dedico a mi abuela, que ya no está aquí con nosotros". Tonny Sanabria se vuelve tímido fuera del césped, como un chaval de 19 años apabullado por los micrófonos. No queda ni rastro del depredador que siembra el pánico en las defensas. Hasta ahora, se había visto al paraguayo como un incordio para los centrales, desde ayer ha ascendido al estatus de amenaza de bomba. El movimiento con el que le ganó la posición a Sidney en el primer gol delata al delantero bueno. Lo demás fue coser y cantar, atacar al balón como el León a la manada de gacelas en los documentales de La 2. La de ayer fue una tarde de estreno en Riazor, donde el Sporting logró sus primeros goles, que le dieron su primer triunfo. Donde Sanabria firmó un doblete y Abelardo dio campo a Canella y Álex Menéndez. También Alberto volvió a la adrenalina de la competición.
"Estoy muy contento por los goles, pero más por la victoria del equipo que es lo que cuenta", sentencia Sanabria, humilde y agradecido: "El mérito de los goles fue de Lora que me puso dos balones en boca de portería". El paraguayo ha aprendido rápidamente el discurso dominante en el vestuario rojiblanco: "Estamos contentos, porque estamos haciendo las cosas bien, pero no queda tiempo para festejar porque ya viene el Rayo". Su única concesión a la euforia señala que "es importante sumar en un campo complicado, contra un rival directo".
La tarde la redondeó Álex Menéndez, autor del gol decisivo tras una buena jugada de Halilovic. "Ha sido un día redondo de todo el equipo, estoy muy contento por el gol y, sobre todo, porque nos vamos con los tres puntos para casa", explica el canterano que apunta otros rivales a los que hubo que superar: "Apretaba mucho el calor, apretaba mucho la gente y ellos son un buen equipo, pero nosotros hemos hecho nuestro partido".
Álex Menéndez tiene un recuerdo diáfano de la jugada que remató con su bien gol: "Fue una contra de libro, que empezamos por la derecha y acabamos por la izquierda. Alen me ve perfecto, porque tiene una visión de juego increíble, cuando me la pasa defino al segundo palo". Simplemente perfecto, porque "todo lo que entre, es perfecto".
A Alberto, la noticia de su titularidad le sorprendió en pleno rondo: "Isidro se acerca cuando estaba tocando balón y me dice que caliente, que tengo que jugar". El portero catalán no se arrugó porque "entreno mucho para intentar estar al mejor nivel cuando llegan estos momentos". Tuvo una intervención decisiva. "Me he encontrado muy bien en acciones de portería y voy creciendo con el partido", dijo.
