Gijón, Dani BLANCO

El Sporting B sumó su tercera derrota consecutiva que comienza a pasar factura. Lejos de los resultados, como el de ayer ante el Racing de Santander (0-2), la preocupación va en aumento dadas las malas sensaciones de los rojiblancos, opacos en ataque, imprecisos y desconectados en todo momento. Tomás Hervás tiene deberes por delante, el técnico lo sabe y ahora busca la fórmula para reactivar la mejor versión de un equipo que es capaz de ofrecer otra cara bien opuesta.

Con un marco como El Molinón, que podría resultar motivante para los jóvenes jugadores, el equipo rojiblanco no dio el do de pecho. Jugó a ráfagas y apenas inquietó al guardameta Dani Sotres, que sí tuvo que repeler un buen cabezazo de Mendi en los primeros minutos. A partir de ahí, el Racing se acomodó sobre el césped y fue superior. El conjunto cántabro comenzó a llegar con mucho peligro, en ocasiones por sus virtudes y en otras por defecto local, como en una falta que saca rápido el equipo de Munitis sorprendiendo a los jugadores gijoneses y que a punto estuvo de acabar en gol de Migue García, pero Busquets y Mendi lo evitaron. El Sporting B estaba tierno y con poco, el Racing inició su asedio con las llegadas del propio Migue García, Dioni y Chus Hevia, pero por fortuna, el equipo de Munitis no estuvo atinado para definir.

La segunda parte describió el mismo guión, sin el Sporting B capaz de adueñarse del centro del campo y con excesivos balones en largo que favorecían a los intereses cántabros. Y en defensa, el filial erró en la marca en el minuto 61, lo cual aprovechó Fede San Emeterio para conectar una volea dentro del área tras el saque de una falta botada por Iñaki.

Ni siquiera el gol racinguista encontró la reacción deseada por Tomás Hervás. Los rojiblancos estaban desubicados, desconectados e incluso agotados. El Sporting B solo mostró un atisbo de esperanza en el tramo final del encuentro con un remate de Pablo Fernández que desbarató Coulibaly. El equipo rojiblanco jugó su última baza en un saque de esquina en el que subieron los diez jugadores de campo, lo cual aprovechó el Racing para matar el partido con un contragolpe en solitario de Artiles que cedió a Iñaki para hacer el definitivo 0-2 . Una derrota que lleva al Sporting B a sumar la tercera consecutiva, con ocho goles recibidos y ninguno a favor. El filial intentará cambiar su imagen frente al Astorga, ante el que Tomás espera ver otra película bien distinta para reencontrar a su equipo.