La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Sporting y Doyen pactan un interés del 10% para el crédito

El consejo espera liquidar definitivamente la deuda la próxima temporada si el equipo logra la permanencia

Javier Fernández, ayer en el palco de El Molinón. J. J.

El Sporting confía en dejar resuelta su relación con Doyen el próximo lunes. Javier Fernández y Ramón de Santiago se han citado en una notaría de Madrid con los abogados del fondo de inversión asentado en Malta para rubricar un acuerdo que se alcanzó en una reunión celebrada el viernes en la capital de España. Las partes han pactado, como ya había anunciado Javier Fernández en la rueda de prensa del martes pasado, transformar la deuda que el club mantenía con Doyen desde 2011 por una adquisición de derechos de futbolistas en un préstamo, que ya no tendrá a los jugadores como garantía, sino parte de los derechos de televisión del club. El avance más significativo de la reunión es que las partes han acordado que el Sporting abone un interés del 10% por los dos millones de euros que recibió en el polémico acuerdo de 2011. El objetivo del club, si se logra la permanencia, sería cancelarlo en la próxima temporada, con lo que el Sporting desembolsaría 3,2 millones (los 2 del principal más el interés continuo del 10%). El plazo sería mayor si el Sporting desciende a Segunda esta temporada.

Desde el consejo de administración rojiblanco se da por cerrado un acuerdo que pone fin a uno de los capítulos más siniestros de la historia del club. La reunión celebrada en Madrid el viernes y que deja el acuerdo a falta de rúbrica y de negociar algún matiz menor, satisface a los gestores actuales, que criticaron con la boca pequeña esta operación, de la que la familia Fernández asegura no estar al tanto. La reunión del viernes terminó de perfilar el acuerdo por el tipo de interés del préstamo que quedó fijado en un 10% y atendió también a otras cuestiones como el plazo de devolución, las garantías y la salida del contrato. Lo que falta es llevar estos términos a un documento y rubricarlo.

En 2011, en la cuarta temporada consecutiva del equipo en la Primera División, el club se vio en una situación desesperada. Incapaz de hacer frente a las fichas de los futbolistas y de conseguir crédito en las fuentes ordinarias, el Sporting fue de nuevo pionero en soluciones de riesgo. Con la firma de Manuel Vega-Arango y de Alfredo García Amado, el club suscribió un acuerdo que roza la usura con Doyen Sports. El fondo de inversión adquiría los derechos de nueve futbolistas (hasta un retorno máximo de siete millones de euros) y el 20% del resto de los componentes del club (hasta un tope de tres millones más) a cambio de dos millones de euros.

Doyen tomó el control del club en virtud de un acuerdo que incluía cláusulas tan abusivas como la obligación del club a vender un futbolista si recibía una oferta que le interesase al fondo de inversión o la posibilidad de que Doyen reclamase el valor de tasación de un futbolista en el caso de que el club cerrase una renovación que perjudicase al fondo.

Curiosamente, el Sporting traspasó a algunos de los futbolistas cuyos derechos habían pasado a manos de Doyen, como fue el caso de Barral o de Trejo, sin llegar a pagarle ninguna cantidad. Javier Fernández puntualiza que el Sporting sólo le ha desembolsado 250.000 euros al fondo inversor en virtud de este polémico acuerdo.

En total, el Sporting realizó cuatro operaciones con Doyen. La primera, en 2011, fue un convenio de publicidad por el que el fondo de inversión desembolsó 150.000 euros y que permitió que su marca se viera en la parte posterior de los pantalones y, posteriormente, debajo del dorsal. También en 2011, se cerró este polémico acuerdo e adquisición de derechos de futbolistas por el que Doyen pagó 2 millones para ingresar 10. Posteriormente, el fondo financiero adelantó el 50% del traspaso de José Ángel a la Roma (2,5 millones), por un retraso en el pago del club italiano. El Sporting había organizado su calendario de pagos contando con ese ingreso y esto le llevó a buscar liquidez. La última operación, firmada ya por Javier Fernández, fue un préstamo de 2,5 millones y su renovación.

Compartir el artículo

stats