La decisión está tomada y sólo falta acabar de documentarla para llevarla a efecto. Javier Fernández pasará a tener un sueldo como presidente del Sporting en los próximos meses. El máximo accionista se convertirá así en el primer dirigente en la historia del club en tener un salario reconocido por el desempeño de sus funciones en la entidad. La idea es que sea el único miembro del actual consejo en percibirlo. Lo hará bajo la justificación de haber demostrado una dedicación laboral plena a la entidad, al haber asumido las tareas que desarrollaba, anteriormente, el director general, figura remunerada y que ya no existe en el organigrama. El club se encuentra redactando, para ello, una serie de condiciones que articulen esta nueva medida y las incluirá en el cambio de estatutos que tiene previsto aprobar en la próxima junta de accionistas para poder empezar a aplicarla.

Javier Fernández llevaba meses madurando la intención de disponer de un sueldo en el Sporting tras la experiencia vivida a raíz de la salida de Alfredo García Amado como director general del club el año pasado. El máximo accionista asumió entonces el control de toda la parcela económica, en principio, de manera temporal, ya que había comunicado su deseo de encontrar una persona que se ocupara de esta labor y tomara el testigo de García Amado. La contratación de un nuevo director general nunca llegó, y Javier Fernández fue ganando peso en el día a día del club, hasta el punto de que en la actualidad su ocupación laboral se centra en asuntos relacionados con el Sporting y ha delegado sus funciones en otros negocios empresariales en los que tomaba parte anteriormente.

El máximo accionista justifica de esta forma su intención de pasar a disponer de un sueldo, al entender que está suficientemente justificada su plena dedicación laboral a la entidad, de la misma forma que ocurre con el resto de trabajadores del club. Una decisión controvertida por ser poco habitual en el mundo de fútbol, y menos cuando el que lo propone es el propio dueño de la entidad. En todo caso, ha encontrado el respaldo del resto de los miembros del consejo de administración, que secundan su intención de profesionalizar la gestión del Sporting y ven en este paso un ejemplo de ello.

La intención es que, de los miembros del consejo, sea solo Javier Fernández el que, por ahora, pase a tener una remuneración. Una contraprestación que necesita, previamente, de un respaldo en los estatutos del club que no exista actualmente. Por ello, en la próxima junta de accionistas, que está previsto realizar entre finales de este año y comienzos del que viene, el presidente presentará a votación la idea de modificar los estatutos para poder llevar a cabo esta medida. Lo hará dentro de un paquete de condiciones que pretende implantar y que se encuentra detallando para delimitar aspectos como un tope salarial para un dirigente del Sporting, así como articular las ocupaciones que tendrán derecho a un sueldo. El máximo accionista podría llevar adelante esta propuesta con sus votos si sólo fuera necesario disponer de mayoría en la junta. Si nada cambia, y tras someterlo a inscripción en el registro, Javier Fernández pasará a ser el primer mandatario de la historia del Sporting en cobrar, oficialmente, un sueldo del club.