"Con el empate quisimos marcar rápido el segundo gol, y nos precipitamos". Quique Sánchez Flores se fue de El Molinón con la sensación de que el Espanyol pudo manejar mejor la situación para llevarse algo más que un punto. "El partido se volvió loco tras el empate, y dimos pie a ello", lamentó. Quiso desear lo mejor a los rojiblancos, pero dejó entrever que es difícil ganar partidos cuando se desperdician tantas ocasiones. "Cometimos errores que nos duelen, como que se abra la barrera. Habíamos llevado el partido a dónde queríamos hasta que llegó el gol de ellos. Se atisbaba que en cualquier momento nos podíamos poner por delante. El Sporting fue agresivo cuando pudo. Cuando se le dio espacio para atacar. Lo intentaron, lo dieron todo. Tienen recursos, pero dentro de su nivel, que es limitado", subrayó.

Quique Sánchez Flores mira ya al próximo partido con la intención de plantar cara al eterno rival de Espanyol, el Barcelona. "Los jugadores tienen una ilusión muy grande, no sólo el siguiente, los cuatro que restan. Queremos conseguir los máximos puntos posibles. Tenemos muchos motivos para ser felices de aquí al sábado y hacer el mejor partido posible", afirmó sobre el duelo ante los azulgranas. Destacó el mérito de haber alcanzado los 50 puntos, "algo muy complicado, a estas alturas, en una liga como la española". Tampoco renunció a "la ilusión" de alcanzar puestos europeos a final de temporada.

En cuanto a la batalla abierta en la zona baja de la tabla, Quique Sánchez Flores no quiso dar por descendido a los rojiblancos "El Sporting es un equipo trabajador, tiene mucho mérito, porque juega siempre, cada temporada, en unas condiciones de desventaja respecto a la mayoría de equipos de la Liga. Les deseo lo mejor. El carácter asturiano me encanta y ojalá tengan suerte", concluyó.