"Hemos agradecido el apoyo a la afición y también pedido perdón por no haber conseguido el objetivo". Rubi, entrenador del Sporting, resumió de esta forma el hecho de que la plantilla volviera a salir al césped de El Molinón tras finalizar el partido ante el Betis (2-2), con el que los rojiblancos han despedido la temporada en El Molinón. Un adiós a la categoría, ya que los gijoneses jugarán la próxima campaña en Segunda, y también al propio conjunto rojiblanco para varios de los miembros del vestuario. El técnico catalán termina contrato y se pone en manos del consejo de administración para conocer si continuará o no. "No sé si ha sido mi último partido, pero espero que el club tome decisiones lo antes posible", sentenció.

"La clasificación es justa al final de temporada y creo que el descenso del Sporting es justo. Al mismo tiempo pienso que en jugadas concretas, nunca nos ha sonreído la fortuna. Es el caso de la última jugada del día del Dépor, del Málaga...", explicó Rubi sobre la caída del equipo a la división de plata. El técnico se negó a tener que repetir su deseo de continuar en Gijón y prefirió centrarse en los sucedido sobre el terreno de juego. "Hemos salido bastante bien y tenido el acierto de meter la primera ocasión. A raíz del empate nos hemos puesto nerviosos y el Betis ha comenzado a crecer. El resultado es justo", señaló.

Rubi introdujo ante el Betis dos novedades en el once, dando entrada a Castro y Nacho Cases, tras mencionar en la previa del partido que quería premiar el trabajo de alguno de los menos habituales. El catalán descubrió que también tenía intención de que Lora fuera titular de no haber caído lesionado en el último entrenamiento. "Él lo sabía por los entrenamientos que hemos hecho, pero no ha podido ser. Espero que se recupere pronto", deslizó. El entrenador del Sporting se mostró franco al reconocer que reservó a otros jugadores por miedo a que fueran abroncados por el público. "Pensaba que podía generar un ambiente negativo para los que estuvieran en el campo. He intentado proteger al equipo", comentó tras ver los silbidos que recibió Cop. "En ese caso fue porque consideraba prioritario acabar con dos delanteros", añadió. Rubi agradeció el apoyo de Burgui, que ligó su continuidad a la del técnico, y mostró su comprensión con el enfado del público. "Es lo normal, tienen toda la razón del mundo", concluyó. El barcelonés continuará en Gijón a la espera de noticias, al menos, hasta que su hijo termine el curso escolar.