Cuando comienzo a escribir estas líneas, se da casi por consumado el traspaso de Jorge Meré al Colonia alemán, por un montante que podría acercarse a los 9 millones de euros. De confirmarse, la cifra pasaría a ser la más alta jamás ingresada por las arcas rojiblancas en toda su historia, por el traspaso de un jugador. Esa misma historia que nos dice que habrá que dar por verídica la cuantía, cuando sea el club alemán quien la comunique, porque desde hace 25 años, la credibilidad del Real Sporting (Sociedad Anónima Deportiva para desgracia de todos los sportinguistas), no es que cotice al alza precisamente.

La impresión que deja todo este asunto, como digo de rubricarse finalmente, es que a Meré su entorno le ha mareado como a una perdiz. Ya saben que a las perdices, con el fin de agotarlas y cazarlas luego con mayor facilidad, se las azuzaba con perros de un lugar para otro, hasta que ya rendidas, trataban de emprender el vuelo, cayendo abatidas a las primeras de cambio.

Al chaval le hicieron así primero acudir a una rueda de prensa casi surrealista, sin nadie del club que le acompañara, en la que el canterano tenía la misión imposible de explicar que se iba, aunque sin saber muy bien todavía a dónde. Y como no lo sabía, acabó por irse a Málaga a pasar un reconocimiento médico, aun cuando por lo que pudo comprobarse después, no había todavía contrato acordado por las tres partes. Paralelamente, seguían las negociaciones para lograr una venta, con ofertas que nunca alcanzaban las pretensiones del Consejo sportinguista y mucho menos, la clásula de rescisión.

Veremos cómo acepta la afición rojiblanca si Meré acaba por marcharse y por un montante inferior a los 15 millones de euros; 15 millones a los que el director deportivo remitía nada más llegar a su cargo, a cualquiera que tuviera interés por el central rojiblanco (véase noticia en LA NUEVA ESPAÑA, con fecha 1 de junio). Seguro que habrá debate y argumentos para todos los gustos.

Y aunque haya que esperar unos años, veremos también si Meré se equivoca o si por el contrario acierta, con su decisión desde el primer momento, de abandonar la disciplina rojiblanca. En ese sentido, son más que oportunas las palabras de uno que en su día se fue, pero que ahora regresa: Stefan Stepovic. El serbio, reconoce en la entrevista concedida a LA NUEVA ESPAÑA y publicada este mismo jueves, que se equivocó yéndose y encima haciéndolo al equipo al que él no quería irse.

Afirma además el espigado delantero que "cuando haces un buen año, no necesitas agentes; te vendes solo". Y que "los intermediarios deben mostrarse cuando estás mal". Palabras tan acertadas a mi juicio como el hecho más que constatado que muchas veces los jugadores se dejan marear y llevar sin saberlo, inocentes como una perdiz, más por los intereses de los agentes, que por los suyos propios.

No temo equivocarme si afirmo que en la renovación de Carlos Castro, alguno pudiera poner sobre la mesa el nombre de Meré. Renovación que quién sabe si urgirá tanto una vez ingresados los famosos 9 millones y que podrían suponer la llegada de nuevos jugadores. Si algo ha caracterizado a Torrecilla desde su llegada, es que ha sabido marcar muy bien los tiempos y no ponerse nervioso.

Cambiando de tercio, es justo traer a colación la abultada victoria lograda por el Sporting en el primer partido de pretemporada. Siempre es bueno empezar con buen pie; sobre todo por aquello de subir la moral de 'las tropas'; y más en temporada de renovación de abonos, como es en la que nos encontramos. Poco importa por ello, si el 5-0 en cuestión fue contra un rival con nombre de 'pata negra', aunque en realidad milite en la categoría llamada de bronce. Por cierto, que muy buen detalle el mostrado por el Guijuelo en las redes sociales, deseando feliz regreso a casa para la expedición rojiblanca y sus seguidores, así como la mejor de las suertes para esta próxima temporada.

Sobre este partido, Paco Herrera, en su primer partido como entrenador rojiblanco, afirmó que se trataba de "un buen punto de partida". Veremos si parafraseando la famosa cita de Arquímedes, este buen punto de partida es también un buen punto de apoyo, capaz de mover el mundo rojiblanco, descendido a los infiernos de la ahora denominada Liga2, para devolverla a los cielos. Por fe que no sea.

Post Scriptum: la detención del presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, ¿podría volverse en tsunami que afectara también al nombre de alguno de los presidentes de las federaciones autonómicas?