"Me tocó vivir el último derbi, el del trofeo Principado, pero en la grada". Roberto Canella recuerda aquel duelo veraniego entre Sporting y Oviedo cuando él empezaba a hacerse un sitio en la primera plantilla rojiblanca. Ahora, convertido en capitán, espera la llegada a El Molinón del conjunto azul especialmente motivado. "No es un partido más. Son tres puntos que conllevan algo más detrás y el vestuario está mentalizado de ello. Vamos a por todas", subraya. Incluso valora el plus que les aporta el sportinguismo ante el clima que se está preparando en el municipal gijonés. "Campo lleno y recibimiento espectacular... Eso no se paga con dinero", desliza.

"En mi grupo de amigos somos unos veinte y la mitad son del Oviedo. Hay piquillas, pero siempre desde una rivalidad sana", explica Roberto Canella. Y es que en Pola de Laviana, su localidad natal, el derbi se vive a flor de piel. "Hay gente de los dos equipos. Viti, jugador del Oviedo, también es de allí. Esa rivalidad sana siempre viene bien, pero a lo que vamos: esperamos lograr nosotros los tres puntos y que veamos un buen partido de fútbol", ataja el rojiblanco, confiado en que el equipo continúe con la línea ascendente de las primeras jornadas.

Canella no quiere que al Sporting se le coloque el papel de "favorito". "No me gustan esas cosas. Nosotros vamos con muchas ganas y la confianza de hacerlo lo mejor posible. Sabemos que el rival es un buen equipo. Tiene un juego intenso, solidario, con jugadores rápidos arriba como Toché, Aarón, Saúl. Ellos también van a pelear por ascender. Si hacemos un buen encuentro tendremos mucho de cara", añade. El capitán reconoce que hay que apurar esta buena racha sin recibir goles lo máximo posible. "Dejar la puerta a cero es un plus y creo que el equipo crece en cada partido y lo hace mucho mejor", concluye.