No hay por donde coger un 2017 en el que el Sporting ha ido de fracaso en fracaso en lo deportivo. Empezó en enero, cerrando de la peor manera posible una etapa brillante como la comandada por Abelardo en el banquillo; continuó con la apuesta por Rubi para una salvación que nunca llegó y que se llevó por delante no sólo al técnico catalán, también al director deportivo, Nico Rodríguez; y concluyó con la decepción del proyecto liderado desde el banquillo por Herrera para iniciar el regreso a Primera, en el primer error de su mentor y nuevo guía en lo deportivo, Miguel Torrecilla. En el camino, el club se desprendió de diecisiete futbolistas e incorporó a otros diez, que pronto será alguno más, en busca de una reacción que se ha dejado en manos de Rubén Baraja.

La primera imagen del año en el Sporting fue la de las lágrimas de su entrenador, Abelardo, el mismo que meses antes había sido manteado en El Molinón tras liderar un nuevo milagro. Al del ascenso le siguió una permanencia en Primera en dos campañas en las que el club estuvo castigado sin fichar. El Pitu fue el primero en pagar una mala planificación que acabaría llevándoselo todo por delante. Enero continuó con la llegada de Rubi y la de tres nuevos fichajes: Traoré, Vesga y Elderson, elevando a 17 las altas registradas en la plantilla en la temporada 2016-17. No hubo reacción y el equipo se fue a Segunda a falta de una jornada para el final del campeonato, tras ganar en Ipurúa mientras el resto de sus rivales cuadraban número para enviarles al pozo.

El descenso abrió una profunda renovación en la parcela deportiva. A la destitución de Nico Rodríguez como director deportivo le siguió la renuncia a presentar una oferta a Rubi para que continuara como entrenador del primer equipo. Todo ello acompañado de la marcha de 16 jugadores, casi el mismo número que las altas pero no los mismos nombres. Entre final de cesiones, traspasos, rescisiones y desvinculaciones se fueron: Cuéllar, Lillo, Douglas, Meré, Amorebieta, Cop, Burgui, Víctor Rodríguez, Babin, Nacho Cases, Vesga, Xavi Torres, Traoré, Afif, Ndi y Elderson.

El renovado proyecto del Sporting se abrió con Miguel Torrecilla, el nuevo encargado de dirigir la parcela deportiva, que trajo a un técnico de su confianza y perfecto conocedor del club: Paco Herrera. Juntos cerraron la llegada de diez nuevos futbolistas y también generaron una expectación resumida en que el club batió récord de abonados a pesar del descenso a Segunda. El nuevo Sporting duró 18 jornadas, las que tardó en ser destituido Paco Herrera. Seis jornadas sin ganar agudizaron una crisis de resultados y juegos que dilapidó la ventaja obtenida con un prometedor inicio liguero. Rubén Baraja llegó el pasado 12 de diciembre para retomar el pulso de un equipo que cierra el año a siete puntos de la promoción y nueve del ascenso directo a Primera, lejos de su objetivo.