Nano Mesa puso ayer a prueba su tobillo derecho en el que, el pasado jueves, sufrió un esguince. El canario se empleó durante una hora junto al resto de sus compañeros hasta que el dolor volvió a aparecer y le hizo tomar el camino de la ducha antes de que concluyera el entrenamiento en Mareo. Fue cuando se hizo más visible una leve cojera que hizo temer lo peor. Baraja quiere apurar los tiempos y esperar hasta última hora por el atacante rojiblanco, que lució un aparatoso vendaje antes de viajar a Lorca.