Minuto 22. Saque de esquina del Sporting. Agua. Contra del Valladolid. Conducción del balón con criterio. La pelota acaba en las botas de Míchel, el reaparecido por parte de los pucelanos, que busca a Mata. El mejor artillero de la categoría -no se ha visto nada igual (numéricamente) en Segunda desde Baltazar- se perfila, se acomoda y la clava por la escuadra. Cagamento en las ondas: "¡Madre que me parió!". Palabra de Tati, mítico ex del Sporting y pionero en Suecia. Un par de vueltas al crono más tarde disparo lejano de Óscar Plano. Gol por la "escuadrilla". Puñetazo en el pupitre del palco de prensa y grito ahogado: "¡Cago en la mar!". Y tanto, Tati.
El cabreo de "uno de los nuestros"