El propietario de unas instalaciones ganaderas en Lubrió se enfrenta a una pena de nueve meses de prisión por continuar con la actividad pese a que ésta había sido clausurada y precintada en 2006 por carecer de la preceptiva licencia de actividad. El hombre, vecino de Oviedo, se sentará el martes, día 23, en el banquillo del Penal 4, acusado de un delito de desobediencia.

Según el ministerio público, tras la resolución del cese de la actividad por el Ayuntamiento de Oviedo, dos agentes de la Policía Local clausuraron la explotación en presencia de su propietario, quién rubricó el acta y fue advertido de las responsabilidades penales en las que podía incurrir en caso de violentar el acta.

Con fecha 8 de abril de 2008, unos 28 vecinos de la localidad denunciaron ante el Ayuntamiento de Oviedo que el acusado, J.A.A.G., continuaba con la actividad ganadera y con los vertidos de purines hacia la carretera y fincas colindantes, con los consiguientes problemas de insalubridad. Los agentes comprobaron que en el recinto había unas treinta cabezas de ganado, lo que impidió el precinto de la nave. EP