Oviedo, Marta PÉREZ

Las cenizas del volcán islandés, que dañan los motores de los aviones, volvieron ayer a provocar, por segundo día consecutivo, el cierre del aeropuerto de Asturias, junto con otros quince de la cornisa cantábrica, el este peninsular y Baleares. Si el sábado el cierre sólo duró una hora, ayer, domingo, la terminal de Santiago del Monte permaneció ocho horas inoperativa, desde las siete y media de la mañana hasta las tres y media de la tarde, aunque el primer avión del día no aterrizó en Asturias hasta las siete de la tarde. Esa fue la tónica general en todos los aeropuertos afectados por la nube, que fueron recuperando la normalidad paulatinamente a lo largo de la tarde, exceptuando las conexiones con Europa, que siguen interrumpidas.

La nube volcánica dibujaba sobre España ayer por la mañana una línea recta que empezaba en Asturias y recorría la Península hasta llegar a Palma; el mismo espacio aéreo que Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) decidió cerrar por motivos de seguridad. A primera hora de la tarde comenzó a desplazarse hacia el Este y se dio la orden de reabrir los aeropuertos, con la advertencia de que no hay que fiarse porque la nube, que mantiene cerrado gran parte del espacio aéreo europeo, está en constante evolución.

Con este panorama, el caos reinó un día más en el tráfico aéreo, y ya van cuatro. En toda Europa fueron 20.000 los vuelos anulados, puesto que sólo llegaron a operar 4.000 de los 24.000 programados para la jornada de ayer. En España la cifra ascendía a última hora de la tarde a 3.165 vuelos cancelados, la mayoría conexiones con Europa. Sólo en El Prat de Barcelona las cancelaciones ascendieron a 400 vuelos. Mientras, el aeropuerto de Asturias sufrió la cancelación de 31vuelos nacionales e internacionales. Las previsiones -en su orden inicial Aena prolongaba el cierre hasta las ocho de la tarde- eran más pesimistas, puesto que estaba previsto que se perdiesen más vuelos. Sin embargo, con la reapertura del aeródromo se consiguieron recuperar las conexiones de Iberia con Madrid y la de Vueling con Barcelona. Al cierre de esta edición, aún no había previsiones para la jornada de hoy. «No hay excesivos problemas, la gente está bien informada por las propias compañías o los medios y no viene al aeropuerto», explicaba al mediodía el jefe de operaciones de Santiago del Monte, Ángel Álvarez.

Los viajeros, informados o no, tuvieron que buscarse la vida para llegar a sus destinos. El tren, el autobús, los coches alquilados y los taxis fueron los medios alternativos. En Asturias, tanto Renfe como Alsa reforzaron ayer sus servicios para dar cobertura a la demanda, aunque los billetes de tren a Madrid y Barcelona se agotaron al mediodía.